Doce horas por un beso
Besar los pies de la imagen de Jesús de Medinaceli el primer viernes de Cuaresma se convierte cada año en un rito vital para miles de personas. Desde la noche del jueves, las inmediaciones de la iglesia del Santo Cristo de Medinaceli comenzaron a llenarse de fieles, sobre todo personas mayores, que pasaron la noche al raso para tener un buen sitio en la cola. A mediodía del viernes, la fila alcanzaba cuatro kilómetros. Algunos de los presentes aseguraban llevar 12 horas de espera.Como en años anteriores, la familia real se sumó a la tradición madrileña. La infanta Cristina se acercó por la mañana para besar al Cristo.
Las puertas del templo se cerraron a las doce de la pasada noche. Para entonces se habían aproximado a la iglesia cerca de 200.000 personas. Sin embargo sólo 70.000 habrán podido ver al Cristo a lo largo del día. Por esta razón, algunos devotos tratan de comprar un sitio en la cola, informa Efe. Cuentan las crónicas que la imagen llegó a Madrid en 1682, en medio de una gran procesión, tras ser comprada en Africa a los musulmanes.
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