González y los líderes sindicales acuerdan reanudar el diálogo social

El presidente del Gobierno, Felipe González, y los líderes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente, acordaron ayer "normalizar las relaciones y el diálogo social" mediante encuentros más frecuentes, en una reunión celebrada en La Moncloa. En esta primera reunión ya se ha previsto debatir el plan de convergencia con la CE. El jefe del Ejecutivo se mostró dispuesto a consensuar el proyecto de ley de huelga y a responder en el plazo de 15 días a las propuestas sindicales para abordar la crisis de la industria.

Nicolás Redondo manifestó a la salida de la reunión con Felipe González que no podía mostrarse "ni optimista ni pesimista", pero sí reconoció que el diálogo fue "fluido". Antonio Gutiérrez hablé del "inicio de unas relaciones normales".Por su parte, González, en declaraciones realizadas anoche a TVE, se mostró partidario de consensuar la regulación del derecho a la huelga e indicó que a la crisis industrial hay que darle soluciones "empresa por empresa o sector por sector", y únicamente de forma global dentro del pacto de convergencia con Europa. El jefe de Gobierno dijo que la reunión con los dirigentes sindicales había transcurrido "sin acritud".El encuentro entre el presidente y los líderes sindicales es el primero que se celebra desde hace más de dos años para estudiar problemas estrictamente nacionales, ya que el celebrado en noviembre pasado estaba propiciado por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) para tratar la cumbre comunitaria de Maastricht.El tema monográfico de ayer, propuesto por UGT y CC OO, era la crisis industrial y se trató sin la presencia de ningún ministro. En Moncloa ha quedado el documento elaborado por los sindicatos con las cifras que dan cuenta de la gravedad de la situación en los distintos sectores industriales, así como de sus propuestas negociadoras. Los líderes sindicales se hicieron, además, eco de la situación de conflicto que viven los mineros de León, los trabajadores del textil, la siderurgia o la hostelería, sector este último en el que se va a aplicar un plan de competitividad sin modernizar las relaciones laborales.

El plan de convergencia que analiza el Gobierno prevé, de otro lado, aumentar el ritmo de privatizaciones parciales de empresas públicas. Estas operaciones, junto con unos mayores beneficios del Banco de España, permitirán al Estado obtener este año unos ingresos patrimoniales superiores en 200.000 millones a lo presupuestado. El Gobierno calcula que los ingresos del Estado más los de la Seguridad Social crecerán entre 1992 y 1996 por encima del PIB (3,5% de media). Página 41