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El jefe del Gobierno quiere una ley de huelga consensuada

El presidente del Gobierno, Felipe González, se declaró anoche en TVE partidario de la elaboración de un texto regulador del derecho a la huelga consensuado con los interlocutores sociales y que sea capaz de armonizar el principio constitucional y "el derecho, tan respetables como ése, de los ciudadanos, por ejemplo, en los servicios esenciales, el transporte, la sanidad y otros".González, que realizó esas declaraciones tras reunirse con Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez -en una entrevista que, según dijo, transcurrió "sin acritud-, señaló que una regulación del derecho de huelga que sea operativa se conseguiría "respetando primero el ejercicio del derecho de huelga como un derecho constitucionalmente reconocido y estableciendo un equilibrio entre ese derecho y los derechos, tan respetables como ésos, de los ciudadanos, por ejemplo, en los servicios esenciales, el transporte, la sanidad y otros".

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"Esto debería conseguirse", anadió, "por consenso; el Gobierno está dispuesto seriamente a hacer un esfuerzo de consenso con los interlocutores sociales, para obtener un texto que tenga el máximo de apoyo posible y presentar un proyecto que el Parlamento, en uso de su soberanía, pueda discutir y decidir cuál es la regulación del derecho de huelga".

Según la versión de las declaraciones a TVE difundida anoche por Europa Press, González indicó que a la crisis industrial hay que darle soluciones "empresa por empresa o sector por sector", y únicamente globalmente dentro del pacto de convergencia con Europa.

Política industrial

"Hay un programa de convergencia", dijo Felipe González, "y tiene que ser compatible el esfuerzo que se haga en política industrial con el esfuerzo que se haga en la política que se relaciona con los servicios, y el esfuerzo en los servicios con las infraestructuras y también con la política social"."Toda esa aproximación a los países más desarrollados de Europa tiene que hacerse dentro de unos equilibrios donde cada cual aporte su contribución y su esfuerzo", señaló.

Sobre la posición que mantienen CC OO y UGT ante los problemas industriales, González -que se mostró partidario de intensificar el ritmo de los contactos entre Gobierno y sindicatos-, señaló que las centrales "plantean una posición global y quieren que sean las confederaciones sindicales las que hablen de la política industrial en su conjunto. Como hemos hablado del problema de convergencia, es evidente que la política industrial de un país también forma parte del programa de convergencia con la Comunidad, por consiguiente hay un marco donde se puede dialogar globalmente de eso".

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