Muchos recelos sobre el presunto dopaje de Julio Soler, del Albacete

El comité jurídico de la Federación Española de Fútbol espera la confirmación de la comisión nacional de dopaje sobre el insólito caso suscitado por el jugador Julio Soler, del Albacete, que dio positivo por testosterona en el control antidopaje del partido de su equipo con el Cádiz en el estadio Carranza, el 23 de febrero. Sin embargo, según ha dicho el jugador, ahora no puede efectuarse el contraanálisis porque no aportó orina para la segunda toma. Fuentes del laboratorio han señalado que no se puede apreciar si existe o no, pues el segundo frasco se encuentra en una bolsa cerrada y opaca.

Por una parte, se considera que hubo negligencia en los médicos al no exigírsele esa segunda toma; por otra, se recela de que se intentara 'propiciar ese defecto de forma. Mientras tanto, Soler afirma que pedirá la baja a su club si se prueba que se dopó.El positivo de Soler, conocido a través de Antena 3, no es oficial. Entre otras razones, porque se ha producido un defecto de forma que precisa ser estudiado. Tuvo dificultades para orinar tras el encuentro y a pesar de beberse ocho cervezas, sólo aportó una muestra de 50 miligramos, la mínima para un frasco. Cuando los médicos le instaron a que ingiriese más líquido pensando en el contraanálisis, Soler adujo que tenía prisa y que no le importaba prescindir de él porque no había tomado "nada prohibido". Incluso él redactó en el acta la renuncia.

El comité jurídico federativo, al que le ha pasado el caso el del control, estima, de entrada, que hubo negligencia al no exigírsele más orina y, además, que él no podía renunciar "a un derecho irrenunciable". El asunto es importante porque podría sentar un precedente. Cabría sospechar de cierta picaresca al propiciarse un defecto de forma que anulase la posible sanción: dos meses de suspension para el jugador y, de demostrarse que no se dopó por su cuenta, sino en connivencia con él, dos puntos menos para su club.

Rastros de testosterona

La sustancia detectada en la orina de Soler es la testosterona, un anabolizante que mejora la masa muscular y permite realizar una preparación física más intensa. La cantidad encontrada ha sido de 6,8 milígramos y la desviación máxima en los tres análisis efectuados de la muestra no ha superado los 0,7.