Pujol combate la abstención, convencido de que es el único factor que amenaza su mayoría absoluta

La campaña electoral, que se inició en la madrugada de hoy, tiene como única incógnita sí Convergència i Unió (CiU) logra revalidar su mayoría absoluta en el Parlament. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, salvo sorpresas, seguirá gobernando Cataluña cuatro años más, con lo que se convertirá en uno de los gobernantes democráticos con más tiempo en el cargo (16 años), sólo comparable a algunos alcaldes franceses y presidentes de länder alemanes. Los socialistas, a pesar de las encuestas, creen que no es inevitable que Pujol revalide su mayoría absoluta.

CiU está convencida de que sólo una abstención brutal podría hacerle perder la mayoría absoluta. En 1988 el exceso de confianza de los electores nacionalistas le costó a Pujol tres diputados.Los nacionalistas y los socialistas, el principal grupo de la oposición, centran su campaña en, al menos, mantener el voto natural de cada formación. En Cataluña es particularmente numeroso el voto dual. Con este nombre los especialistas denominan el fenómeno de los electores que cambian el sentido de su voto según de qué elección se trate.

Jordi Pujol inició anoche la campaña con una cena en un pequeño pueblo de la comarca del Penedès, a la que se invitó a los dos centenares de habitantes que viven en él. En este pueblo, Santa Fe del Penedès, todos los concejales pertenecen a Convergència i Unió. A medianoche, el candidato a la reelección se trasladó a la otra cara de la Luna, al barrio de Sant Roc de Badalona, formado por viviendas públicas deficientemente construidas, que se levantaron hace 30 años para realojar chabolistas y una de las zonas más castigadas por el consumo y tráfico de drogas.

Raimon Obiols, candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, lanzó ayer un llamamiento a las demás fuerzas de izquierda para que no se combatan entre ellas durante la campaña electoral y den, por el contrario, un mensaje de unidad a los votantes. Los sondeos preelectorales prefiguran un mantenimiento del PSC (42 escaños en 1988), aunque esa fuerza política sostiene que tras estas elecciones habrá un nuevo mapa político en Cataluña.

Obiols argumenta que hace cuatro años los sondeos daban a CiU unos resultados que luego la realidad recortó. Si se repite en esta ocasión esa diferencia entre previsión y realidad, Pujol perderá la mayoría absoluta. El líder socialista está abierto a cualquier combinación poselectoral, incluso con Pujol.

Iniciativa per Catalunya reunió a unas 350 personas en el Casinet de Hostafrancs, en una cena previa al inicio de la campaña. Rafael Ribó, su primer candidato, animó a la militancia a combatir el bipartidismo y a defender una opción progresista de izquierdas. La Cataluña sin fronteras que proclama su lema se refiere alas diferencias entre catalanes en razón de sexo, raza o clase social más que a fronteras. Ribó afirmó que los socialistas han renunciado a ser alternativa, porque en el fondo coinciden con CIU: "Se ha establecido un diálogo de poder a poder: 'Tú gobiernas en Madrid y yo en Cataluña", dijo.

El Partido Popular, que trata de frenar la constante sangría de votos que sufre desde 1982, abrió campaña en una populosa población obrera del cinturón de Barcelona, Santa Coloma de Gramenet, con la presencia del presidente nacional del partido, José María Aznar. Éste afirmó que el lema del PP -Para una Cataluña de todos- significa que Cataluña es de los catalanes y de los que han venido de fuera.

Àngel Colom y su ERC reunieron a unas doscientas personas frente al monumento al presidente Macià, en la plaza de Catalunya de Barcelona, con diables y grallers. El cremat que prepararon se resistió a arder.