Los campos para internar extranjeros en Francia son anticonstitucionales
La creación de zonas de internamiento para los extranjeros que aspiran a obtener trabajo o asilo político en Francia es contraria a la Constitución de ese país. Así lo ha dictaminado el Consejo Constitucional en un texto que supone un nuevo correctivo para el ministro socialista del Interior, Philippe Marchand. La más alta magistratura del país da así la razón a las decenas de millares de manifestantes que el pasado 25 de enero denunciaron en París tanto al ultraderechista Jean-Marie Le Pen como la política de inmigración del Gobierno.Marchand pretendía almacenar durante un mes a los extranjeros no deseados en "zonas de tránsito" creadas en los puertos y aeropuertos franceses. Para los militantes antirracistas, tales zonas serían "campos de concentración disfrazados". El Consejo Constitticional estima asimismo que el proyecto de Marchand no garantiza la protección de los extranjeros por parte de los jueces y las organizaciones humanitarias. Los magistrados le recuerdan al ministro que en Francia tan sólo puede retenerse a un extranjero durante siete días.
Cuando aún no ha cumplido un año al frente, de Interior, Marchand acumula una larga serie de tropiezos que despiertan en los propios socialistas dudas ,sobre sus capacidades. Con ocasión de la polémica despertada por la hospitalización en París del líder palestino Georges Habash, el ex primer ministro Michel Rocard ya pidió su cese. Marchand afirmaba no haberse enterado de la llegada del controvertido dirigente.
El primer tropiezo
El ministro del Interior, un abogado que aspira a ser eficaz, tuvo su primer tropiezo con la justicia el pasado verano, cuando expulsó a Gabón al opositor marroquí Abdelmumen Diuri. Esa expulsión fue declarada contraria al derecho, y Diuri pudo volver. Luego, tras el asesinato en París del ex primer ministro iraní Chapur Bajtiar, Marchand dijo: "Todo es posible, salvo la hipótesis de asesinos enviados por [el presidente íraní] Rafsanyani". Días después se descubrió que el crimen había sido organizado en Teherán.
