Entre col y col
La bonanza en los mercados internacionales, unida a las expectativas de un recorte de los tipos de interés, han dejado un tanto de lado el malestar que sufre la bolsa española. Los escándalos, por una parte, y los despidos de empleados, por otra, se han convertido en el foco de atención de todos los comentarios desplazando, incluso, al quehacer cotidiano. Los operadores que se sienten a salvo de la amenaza del paro ven con preocupación la constante demanda de información de que son objeto por parte de sus clientes en el extranjero, al tiempo que deben soslayar las preguntas directas sobre el alcance de los últimos acontecimientos pero, en cualquier caso, lo único que no reciben son muchas órdenes.Esta sesión se ha dedicado, por tanto, a los ajustes, con Telefónica recuperando algo del terreno perdido en los días anteriores y las constructoras haciendo valer sus posibilidades a medio plazo. El volumen negociado, poco más de 12.000 millones de pesetas en el mercado continuo, abre un paréntesis gracias a que Wall Street, con un discreto goteo a la baja, favoreció los ajustes, pero todo el mundo sabe que hay que esperar las reacciones de aquel mercado ante la pugna abierta sobre el contenido del programa de recuperación. El índice, a salvo de presiones concretas, subió al cierre 1,40 puntos.
