El 45% de los electores votaría a Pujol para presidente, y un 16%, a Obiols
Las preferencias del electorado catalán sobre quién debe ser el futuro presidente de la Generalitat se dirigen decididamente hacia Jordi Pujol. En caso de que el presidente pudiera ser elegido directamente, el 45% del electorado de las cuatro circunscripciones votarla al actual jefe del Ejecutivo catalán. A mucha distancia de Pujol, aparece Raimon Obiols, en cuyo favor se manifiesta el 16% de los consultados. Respecto al sondeo publicado por este diario con motivo de las pasadas elecciones autonómicas (1988), los porcentajes de preferencia eran similares.
Los restantes candidatos registran porcentajes mucho más modestos. Pujol, además, desborda la preferencia partidaria de Convergéncia i Unió (CIU). Los votantes que prefieren al actual presidente de la Generalitat, tras los que confiesan que depositarán su voto en favor de la coalición nacionalista, son los del Partido Popular (PP) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El electorado que mayor rechazo muestra hacia Pujol es el de Iniciativa per Catalunya (IC).El 15% de quienes dicen que votarán al PSC expresa su deseo de ver a Pujol al frente de la Generalitat. Lo mismo sucede con el 30% del electorado del PP; el 22% del de Esquerra Republicana y el 3% del de Iniciativa per Catalunya.
Al margen de las preferencias por Pujol y Obiols, los demás candidatos de las restantes formaciones cuentan prácticamente con los mismos porcentajes que ya tenían en la encuesta realizada hace cuatro años, ya se tratase de ellos mismos o quienes en aquel momento ocupaban el puesto número uno en la circunscripción de Barcelona.
La popularidad de Colom
La única excepción, al alza, es la de Angel Colom (ERC), quien, junto a Rafael Ribó (IC), cuenta con la preferencia del 3% del electorado, mientras que Aleix Vidal-Quadras (PP) registra el 1%.
Hace cuatro años, Ribó registraba el mismo nivel de preferencia, mientras que en el caso de Esquerra Republicana -en aquella ocasión el cabeza de lista era Joan Hortalá- el porcentaje era del 1% y en el Centro Democrático y Social (CDS) -ahora inapreciable- era también del 1%. El PP no ha registrado variación en cuanto a preferencia, a pesar de que el cabeza de lista -anteriormente fue Jorge Fernández Díaz- ha cambiado en esta ocasión.
Estas preferencias en lo que a dirigentes se refiere se reproducen en distintas magnitudes en los relativo a formaciones políticas. El 63% de los consultados opina que la coalición Convergéncia i Unió sumará otros cuatro años de Gobierno a los 12 que actualmente ya ha desempeñado.
El 14% cree que ganarán los socialistas, el 2% que será el PP, el 1% el CDS y el mismo porcentaje ERC. No hay ningún porcentaje significativo que opine que Iniciativa per Catalunya ganará los comicios.
El 38% de los encuestados desea el triunfo de CIU, porcentaje que supera en 11 puntos al manifestado por los consultados en el sondeo realizado por Demoscopla y publicado por este diario con motivo de los anteriores comicios autonómicos de 1988. El 23% muestra su preferencia por la victoria de la formación que encabeza Obiols, el 4% por IC, el 3% por PP, el 6% por ERC y el 1% por el CDS.
La preferencia por Pujol y su coalición tiene explicación en el hecho de que uno de cada dos catalanes considere positiva la gestión realizada por su Gobierno. De acuerdo con el sondeo, el 11% de los electores asegura estar muy satisfecho de la labor del Gobierno de CiU en los últimos cuatro años; el 38%, bastante, y el 22%, regular. Sólo el 25% dice estar poco y nada satisfecho de la gestión convergente del poder; el 16%, poco, y el 9%, nada.
Las cifras son prácticamente las mismas que se obtuvieron en el sondeo efectuado en el año 1988 y que se saldaban con el aprobado a la gestión del presidente. autonómico.
El grado de integración en la comunidad autónoma es el fenómeno explicativo en el análisis de las preferencias electorales. En la intención directa de voto a CiU y PSC, el 33,6% del censo electoral que no habla el catalán votaría al PSC, mientras que en el mismo grupo sólo el 8,6% lo haría por CiU. La proporción se invierte cuando se trata de catalanohablantes: el 43,%1 votaría por la coalición nacionalista y el 9,8% por los socialistas.
