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Nieve de madrugada

La nieve dejó congelada la circulación

EL PAÍS La nieve prefirió la ciudad a la sierra. Según los datos del Instituto Nacional de Meteorología, la nevada que cubrió ayer Madrid comenzó de forma suave en tre las cuatro y las cinco de la madrugada y descargó toda su intensidad hacia las siete de la mañana. En Navacerrada apenas cayeron 0,2 litros por metro cuadrado, mientras que en el observatorio de Barajas se registraron de tres litros de agua y nieve hasta cinco litros. Las temperaturas se mantuvieron por debajo de los 10 grados.

Las estadísticas del Instituto de Meteorología reflejan que en Madrid nieva una media de 3,6 días al año, aunque en 1952 se batieron todos los récords, con 10 jornadas blancas. Los anales registran incluso una nevada en primavera: la noche del 11 al 12 de abril de 1986. Desde hace casi tres años -el 24 de febrero de 1989- no se registraba en Madrid una nevada que cubriera los tejados y las calles. Los niños y los estudiantes la celebraron. Pero los automovilistas no disfrutaron apenas. A las diez de la mañana, los conductores parecían estar atrapados en la tela de araña que forman las carreteras radiales de Madrid. La Dirección General de Tráfico destacó que en los accesos por la carretera de La Coruña se produjeron retenciones de cerca de 25 kilómetros. Y cuando llueve, nieva o hay niebla, no se puede instalar en la nacional VI el habitual carril suplementario. La situación no era mucho mejor en las autovías de Barcelona (11 kilómetros de colas), de Valencia (15 kilómetros) o de Extremadura (18 kilómetros). Los nudos norte y sur de la autovía de circunvalación M-40 taponaban el tráfico con hileras de coches de unos cuatro kilómetros.

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"Peor que el viernes"

De puertas para adentro, la hora punta en la ciudad se prolongó hasta pasadas las 10.30. A las nueve de la mañana aún no había conseguido penetrar en el casco urbano un 15% de los vehículos que habitualmente han entrado a esa hora.

"El interior de la ciudad ha estado muy mal, ha sido peor que el pasado viernes, cuando coincidieron las manifestaciones sindicales con los paros en el metro y la EMT", destacó un portavoz del gabinete municipal de información de tráfico. Los ejes Legazpi-Cibeles (sur-centro), el nudo norte-Castellana y todo el arco inferior de la M-30 parecían un gran aparcamiento.

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La red secundaria de carreteras, gestionada por la Comunidad de Madrid, se llevó la peor parte de la nevada. Los puertos de La Morcuera, Canencia y Navafría estuvieron cerrados al tráfico. En el resto de los puertos de las carreteras locales y comarcales, como el de Navacerrada, fue necesario usar cadenas.

Agustín Herrero, director regional de Carreteras, señaló que varios camiones tuvieron que ser remolcados al quedar atravesados en carreteras del norte de Madrid. Un total de 78 personas y una docena de vehículos quitanieves se ocupan del servicio de vialidad invernal de la Comunidad. Los 3.200 trabajadores del turno de mañana del servicio municipal de limpiezas fueron movilizados para paliar los efectos de la nevada sobre las calles de la ciudad. Un armamento de 14 palas mecánicas, 79 baldeadoras -máquinas que proyectan chorros de agua caliente- y 51 distribuidoras de sal acudió temprano a los pasos para peatones, las bocas de metro o las puertas de colegios y hospitales, para evitar más de un traspié.

Resbalones y piruetas

No tuvieron tanta suerte las víctimas de los nueve accidentes de tráfico ocurridos durante la nevada; entre ellas, una mujer de 51 años, que tuvo que ser ingresada en el hospital Gregorio Marañón, adonde fue conducida por la Policía Municipal tras sufrir un resbalón en una calle de Moratalaz; o el motorista que fue curado de sus heridas en la casa de socorro de Vallecas Villa, después de bailar sobre el hielo.

El director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid, Jorge Murtra, calificó la situación de "estado de prealerta", en la que las fuerzas de seguridad y los servicios de bomberos y ambulancias estan en contacto permanente.

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