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Los dos ancianos fallecidos durante la huelga de cuidadoras se murieron de hambre

Los dos ancianos fallecidos en Madrid durante la huelga de los trabajadores de asistencia a domicilio murieron desnutridos, según revela el informe elaborado por el Instituto Nacional de Toxicología. El documento, que ha sido remitido al juez encargado del caso, atribuye el fallecimiento de los hermanos Julio y Pilar López de las Heras, de 81 y 87 años de edad, respectivamente, a la "desnutrición" en el caso del primero, y la "inanición" en lo que respecta a la anciana. El citado instituto ha llegado a esta conclusión después de examinar las vísceras de los fallecidos.

Julio y Pilar López de las Heras fueron hallados muertos en la casa en la que ambos vivían -en el número 3 de la calle de la Manzana, en la zona de Noviciado- el pasado 6 de noviembre de 199 1. El hecho ocurrió dos semanas después de que los asistentes domiciliarios de Madrid hubieran iniciado una huelga, apoyada por Comisiones Obreras, en reivindicación de mejoras salariales.La empresa Amad, una de las empresas contratadas por el Ayuntamiento de Madrid para la ayuda a domicilio, era la que tenía encomendado el cuidado de ambos hermanos. Durante la huelga, y en vista de la delicada salud en que se encontraban, Amad incluyó la asistencia a la casa de ambos ancianos en los servicios mínimos.

Antes de la huelga, una asistenta los atendía todos los días durante una hora. Después, ya con los servicios mínimos en vigor, el cuidado se redujo a una hora durante los martes y viernes. Pero uno de esos viernes cayó en festivo -el 1 de noviembre, día de Todos los Santos- y la asistenta no acudió al domicilio. Además, el día 4, lunes, llamó a la puerta repetidas veces y se marchó porque nadie contestó a los timbrazos.

Tras conocer el informe del Instituto de Toxicología, el juez que instruye las diligencias sobre la muerte de ambos ancianos, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid, José Ángel Gallego, ha ordenado a la Policía Judicial que investigue 1a identidad de las personas o instituciones" a las que se había encomendado el cuidado de los ancianos, que vivían solos, estaban enfermos y no tenían familiares a los que viesen regularmente.

Fuencisla Martín, presidenta de la empresa Amad, señaló ayer que desconocía el informe del Instituto Nacional de Toxicología y rehusó pronunciarse "hasta que conozca su contenido", dijo.

Estaban enfermos

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Las diligencias judiciales sobre la muerte de los ancianos Julio y Pilar fueron activadas por el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Jesús Silva, que remitió un oficio al juzgado de guardia para que investigase si los fallecimientos habían sido "casuales", o bien si se debían a "una falta de atención por fallar los servicios mínimos".

Pilar llevaba varios años sin apenas moverse debido a un problema de cadera, y su hermano Julio, que era quien llevaba el peso de la casa, tampoco estaba para muchos trotes, según indicaron a este periódico vecinos del inmueble.

Tras conocer la muerte de Julio y Pilar, Carmen Luque, gerente de Amad, señaló el pasado 6 de noviembre a la agencia Efe que la citada empleada atendía los martes y viernes a los hermanos Julio y Pilar, y enfatizó que las muertes se debían "a una coincidencia [con la huelga] desgraciada y fortuita".

El cometido de la asistenta, según Amad, era asear y alimentar a la pareja de ancianos. También, según la empresa, cuando acudía al domicilio se quedaba con ellos durante dos horas haciéndoles compañía, pues Pilar llevaba bastante tiempo postrada en la cama por una enfermerdad de cadera y su hermano padecía diabetes y de un fuerte cuadro depresivo los días antes del fallecimiento.

Por estas circunstancias, según informaron fuentes de la empresa al conocer el fallecimiento, de los dos ancianos, Amad decidió, cuando se inició la huelga -que en ese momento se prolongaba por espacio de 24 días- que una asistente los atendiese dos días a la semana, en concepto de servicios mínimos, durante dos horas.

Llamadas sin respuesta

Los cadáveres de Julio y Pilar fueron hallados después de que una prima de ambos, en pleno fragor de la huelga, llamase asustada a la Policía Municipal esgrimiendo que había telefoneado y llamado varias veces a la puerta del domicilio sin que nadie contestara.

Los bomberos forzaron la cerradura de entrada y encontraron muerta a la anciana, tendida bajo la cama, y al hermano, también muerto, junto a un armario, sin encontrar ninguna señal de violencia en sus cuerpos.

Un vecino del inmueble indicó el pasado noviembre que hacía una semana que no veía a los ancianos, desde que otra vecina les entregó un cesto de comida.

"La responsabilidad es de las asistentas"

Fuentes municipales imputaron ayer la responsabilidad del fallecimiento por desnutrición de los ancianos "a los propios empleados de la empresa Amad", que son los que tenían encomendada su manutención. No obstante, cuando en plena huelga fueron hallados los cadáveres, tanto el Ayuntamiento como la empresa, los trabajadores y CC OO -convocante de la protesta, que se prolongó por espacio de casi un mes- coincidieron en calificar el suceso de "fórtuito", y lo desligaron de la huelga. Este periódico intentó ayer, sin éxito, obtener la opinión de la concejal de Servicios Sociales, Ana García Armendáriz. Fuentes próximas al juzgado señalaron ayer que el juez está pendiente de que la policía le informe sobre la identidad de las personas que tenían encomendado el cuidado.

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