González y Guerra sellaron en Moncloa una tregua entre las corrientes del PSOE hasta las elecciones

El presidente del Gobierno, Felipe González, se reunió el pasado miércoles, día 5, en el palacio de la Moncloa con el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, y el secretario de organización, Txiki Benegas, para establecer la tarea de trabajo "conjunta" de Gobierno y partido hasta el final de la legislatura. "Se han acabado las divisiones y cada cual estará en su sitio trabajando por los mismos objetivos", han informado fuentes gubernamentales como síntesis de lo acordado entre los tres dirigentes políticos.

El Gobierno y el PSOE consideran prioritario hacer "un esfuerzo de diálogo" con instituciones tales como empresarios, sindicatos, jueces, fiscales y partidos políticos al considerar que la "deslegitimación de la vida política" empieza a adquirir grados preocupantes.Esta reunión entre González, Guerra y Benegas tiene un significado político interno de relieve, ya que el presidente del Gobierno ha considerado necesario hacer partícipes- a Guerra y Benegas de sus preocupaciones y de la necesidad de que el Gobierno y el partido trabajen en la misma dirección, por lo que se tratará de evitar toda disputa de familia.

Las fuentes gubernamentales informantes aseguran que la reunión fue satisfactoria y que Alfonso Guerra no dejó duda alguna respecto a que "el PSOE está para apoyar la política del Gobierno sin fisuras". Asimismo, estas fuentes señalan como conclusión que, a partir de esa reunión, "se han acabado las divisiones y cada uno en su sitio trabajará por los mismos objetivos". La virtualidad de estas intenciones se encuentra en que tanto Guerra como Benegas marcarán estas pautas de comportamiento para todas las organizaciones regionales.

Estas conclusiones, que pudieran parecer una obviedad, no lo son en tanto que los tres interlocutores siguen conservando sus respectivas cautelas y discrepancias procedentes, sobre todo, desde los resultados del congreso del PSOE y de la remodelación de Gobierno. La novedad está en que, a pesar de ello, existe el compromiso mutuo de no poner piedras en el camino, sino lo contrario.

Luces rojas

Esto es así porque desde el Gobierno y desde el partido se han encendido algunas luces rojas que, a juicio de los interlocutores, obligan a esta unidad férrea. En dicha reunión, se pusieron de manifiesto dos preocupaciones: la imagen de deslegitimación de la vida política, por un lado, y el terrorismo ante la posibilidad de que arrecien los atentados en este año de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, por otro.Las conclusiones pesimistas que trasladan los interlocutores del contenido de esta reunión giraron en tomo a la "ausencia de cultura democrática" y a la desvertebración social. Felipe González manejó artículos de prensa de corresponsales extran eros en los que se daba una imagen de España, al parecer, sumida en la corrupción. González, enojado, narró a Alfonso Guerra y Txiki Benegas la situación vivida en su reciente viaje a Colombia, donde numerosos políticos extranjeros le habían preguntado respecto a qué estaba ocurriendo con el fenómeno de la corrupción en España.

Desde esta visión, los tres dirigentes políticos estimaron que es su responsabilidad tratar de evitar esta imagen, por lo que desde el Gobierno y desde el partido se hará un esfuerzo "de diálogo con todas las instituciones". Las fuentes informantes citaron. expresamente a los partidos políticos de oposición, empresarios, sindicatos, medios de comunicación social, jueces, fiscales y la Iglesia.,

El PSOE y el Gobierno, no obstante, tendrán dificultades para que calen sus mensajes, ya que la oposición siempre ha querido ver en estos intentos de diálogo un afán de imponer sus tesis. El PSOE y el Gobierno repetirán que el primer objetivo nacional es alcanzar el plan de convergencia con la Comunidad Europea para estar entre los países más avanzados y, por otro lado, la mejora del funcionamiento de la Administración.

Los esfuerzos del PSOE, por estar a bien con el Gobierno parece que han empezado a dar sus frutos y se destaca desde la Comisión Ejecutiva Federal "la recuperación del diálogo con el área económica" que dirige el ministro Carlos Solchaga. Así, en los próximos meses la intención de los dirigentes socialistas pasa porque no aparezcan fisuras entre ellos de cara a las elecciones.