Botín: '1992 será díficil, pero soy moderadamente optimista"
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, pronosticó ayer que " 1992 va a ser un año dificil para la economía en general y para la banca", en su intervención en la junta de accionistas del banco. Después, en conferencia de prensa, matizó que, a pesar de ello, se sentía moderadamente optimista. Tradujo en números esta valoración al precisar que su optimismo era del 60%.En 1991, el grupo del Banco Santander obtuvo un beneficio de 75.137 millones de pesetas, lo que supone un crecimiento del 17,85%. Un 27% de los beneficios procede del negocio exterior. Los activos totales del banco alcanzaron los 5,8 billones de pesetas, tras crecer el 8,9%. Una parte de los beneficios, 25.700 millones de pesetas, son de los llamados atípicos y provienen de las ventas de Eléctrica de Viesgo y Banca Jover.
El presidente expresó su preocupación por el aumento de la morosidad, que pasó de 62.700 a 91.800 millones. Por ello se acordó efectuar unas provisiones de 64.000 millones para insolvencias y otros 33.500 millones con cargo a las reservas voluntarias para cubrir los nuevos requerimientos sobre pensiones del personal, que el año pasado aumentó en 1.000 trabajadores. Los recursos ajenos no crecieron, pero con fondos de inversión y fondos de pensiones el banco captó 300.000 millones de pesetas. La junta (que sólo duró 70 minutos) aprobó un dividendo de 240 pesetas por acción, lo que supone un incremento del 11,63%.
Elogios al Banco de España
Al comentar la crisis de dos pequeñas entidades (BCCI y BEF), Botín hizo un elogio -inusual en este tipo de actos- a "la firme y eficaz labor de tutela que el Banco de España ejerce sobre el sector, lo que ha contribuido a situarle en una posición internacionalmente aventajada en cuanto a fortaleza, balance y solvencia". También tuvo amables palabras para el Ejecutivo: "Celebro mucho", dijo, "que el Gobierno haya adelantado la liberalización de capitales".Detalló asimismo que su estrategia pasaba por profundizar en la actividad internacional, en la que se incluye el proyecto Interbank on Line Systems (IBOS), para crear una red europea de servicios con su socio escocés Royal Bank. Satisfecho por la compra del First Fidelity (230 banco norteamericano), anunció un aumento de la presencia en Portugal y Alemania.
Sobre las fusiones, recordó sus palabras de 1988, contrarias a éstas. Dijo que este tipo de movimientos puede que no hayan acabado todavía, pero no entra entre sus objetivos la fusión con otra entidad. Acerca de tomar participaciones industriales, se mostró contrario a no ser que sea posible obtener plusvalías, y añadió que la reindustrialización de la cornisa cantábrica "es un tema del Gobierno".
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