La cerilla de la gasolina
Muchas veces, el oro negro es el detonante de las tensiones o distensiones de los mercados internacionales de valores. Basta con que se prenda una cerilla en el petróleo para que el incendio se traslade en cuestión de segundos a Wall Street o a Barcelona. En los últimos días, la caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales, unida a la presión bajista del dólar, causa el ánimo y la alegría entre los analistas de coyuntura. Si las cosas siguen así, la gasolina puede bajar a finales de enero y con ello desviar parte de las tensiones inflacionistas, ocasionadas precisamente por la fuerte subida que ha tenido a principios de mes. Una cerilla encendida en la gasolina puede parar el incendio iniciado un mes antes. La inflación importada puede seguir a la baja, lo que es una buena noticia en tiempos de coyuntura económica débil.El índice de la Bolsa de Barcelona bajó ayer levemente. La sesión se desarrolló en un clima de recortes generalizados, aunque no importantes, precedidos por los retrocesos de las bolsas de Tokio y Nueva York. Los retrocesos más significativos se registraron en servicios y bancos. Los sectores que experimentaron aumentos fueron los eléctricos, cementeros, siderúrgicos y el comercio.
