Un agente de policía mata a tres católicos en Belfast y luego se suicida

Un agente de policía hizo ayer una matanza en un local católico de Belfast (Irlanda del Norte) y se suicidó poco después. El policía, miembro del Royal Ulster Constabulary (RUC) estaba libre de servicio y pendiente de examen médico, por haber dado muestras de enajenación mental el día anterior. Haciéndose pasar por periodista, logró entrar en un local del Sinn Fein y descargó un revólver contra los presentes. Tres personas murieron y otras dos sufrieron heridas graves.El policía, del que sólo se ha facilitado la edad, 24 años, había asistido el lunes por la tarde al funeral de un compañero en el cementerio de Comber. Esa misma noche volvió al cementerio en estado de embriaguez y efectuó disparos contra varias tumbas. Una patrulla policial le trasladó a un cuartel del RUC, donde como medida cautelar se le retiró el revólver reglamentarlo y se le convocó a un examen médico para el día siguiente.

Pero a las doce del mediodía de ayer el policía no acudió a la cita con el doctor, sino a una oficina de asesoramiento del Sinn Fein, el brazo política del Ejército Republicano Irlandés (IRA). La oficina, ubicada en un destartalado edificio de tres plantas en Falls Road, calle principal del gueto católico del oeste de Belfast, estaba protegida por rejas y una cámara de vigilancia. Para que le franquearan la entrada, el policía se hizo pasar por un periodista local.

El jefe de prensa del Sinn Fein, Richard McAuley, se encontraba en la segunda planta y no tuvo tiempo de advertir a sus compañeros de la entrada de que aquél no era el periodista en cuestión. En cuanto le abrieron, el policía descargó, su arma a quemarropa. Tres personas murieron, una de ellas instantáneamente y las otras dos camino del hospital. Dos personas más sufrieron heridas de gravedad. Un niño de dos años que se encontraba en el local quedó ileso, pero tuvo que ser atendido por una crisis nerviosa.

Todo ocurrió en pocos segundos. El policía huyó en su automóvil, aparcado cerca del edificio. Una hora después llamó por teléfono a su unidad desde Lough Neagh, en County Antrim, a unos 20 kilómetros de Belfast. "Estoy en Lough Neagh, he sido yo", dijo escuetamente. Cuando una patrulla del RUC llegó al lugar, el policía se había suicidado. Su cadáver estaba tendido junto al coche, cerca de una carretera secundaria.

Blair Wallace, subjefe del RUC, dijo que se habían tomado "todas las precauciones necesarias" en un caso de enajenación, al retirársele el revólver reglamentario y preparar un examen psiquiátrico. Wallace aseguró que desconocía la procedencia de la segunda arma, con la que el agente cometió la matanza y se suicidó, y calificó de "horrible" el suceso. La presidenta de la República de Irlanda, Mary Robinson, efectuaba ayer precisamente la primera visita de un jefe de Estado del país del Sur a las provincias británicas del Norte. Robinson, que pasó todo el día en Belfast, dijo lamentar la "tristísima coincidencia" y pidió que cesara la violencia.

Por la tarde, un millar de personas, católicas y protestantes, se manifestaron contra los crímenes sectarios y la violencia por el centro de Belfast. Los sindicatos, convocantes de la protesta, emitieron un comunicado en el que se decía: "Las manifestaciones, lo sabemos, no sirven ya para nada. Pero nos negamos a quedarnos quietos mientras todo esto sucede".