El Ejército confirma el cruce de dos 'cazas' de Gibraltar con un vuelo regular español

El Ejército del Aire confirmó ayer que dos aviones Harrier británicos, desplegados en Gibraltar, se cruzaron sobre las 17.30 del miércoles 29 con un Fokker 27 de Aviaco que cubría la línea Melilla-Málaga, como han denunciado controladores del aeropuerto malagueño (véase EL PAÍS de ayer), aunque matizó que el incidente no se produjo en el espacio aéreo español, sino sobre aguas internacionales bajo control aéreo español.

La dirección general de Aviación Civil difundió ayer un comunicado en el que anuncia que "la Comisión Investigadora de Incidentes Aéreos" abrirá una investigación en base a la información denunciada por un controlador de la torre de control de Málaga sobre un supuesto cruce entre aviones militares y un tráfico civil el pasado día 29 de enero"."El controlador realizó un parte por escrito que elevó a sus superiores y que sigue el proceso establecido para su posterior aclaración. Hasta el momento", concluye la nota oficial, "Aviación Civil no ha recibido notificación alguna ni parte de incidencias del comandante del avión civil implicado en el posible incidente".

El cruce entre dos aviones Harrier británicos y el Fokker 27 que cubría el trayecto Melilla-Málaga fue confirmado ayer por el Ejército del Aire.

Fuentes de dicho ejército señalaron ayer que se tenía conocimiento de la celebración de unas maniobras aéreas por parte del Reino Unido en una zona del mar de Alborán, frente a las costas de Motril (Granada), bajo control aéreo de Marruecos (FIR Casablanca, en denominación aeronaútica). El centro de control de Málaga debía haber sido informado de la realización de estas maniobras, pero no fue así, según varios controladores.

Tanto la torre de Málaga como la red de control militar pudieron observar cómo dos aviones militares abandonaban la zona de maniobras para cruzarse con el Fokker 27 cuando se encontraba a unas 40 millas (70 kilómetros) al sureste de Málaga. Fuentes militares indicaron que el cruce se produjo en la zona bajo control aéreo español (FIR Madrid), pero fuera del espacio aéreo de soberanía nacional, que concluye a 12 millas de la costa. No obstante, fuentes militares calificaron de "irregular" el comportamiento de los pilotos británicos.