Receta japonesa para el éxito financiero
El presidente de Sony, Akio Morita recomienda a sus rivales occidentales que se bajen sus sueldos
ENVIADO ESPECIALAkio Morita uno de los principales responsables del desembarco nipón en la economía mundial como presidente de la poderosa empresa Sony, consiguió ayer sonrojar a los políticos, economistas y empresarios que asistían a la solemne sesión plenaria del World Economic Forum, en la ciudad suiza de Davos. Con una sencillez apabullante, este alto ejecutivo de 71 años recién cumplidos expuso ante sus colegas de Occidente una receta con la que casi dio por terminada la discusión sobre la competitividad y la lucha contra el proteccionismo. Mirando fijamente al presidente de Coca-Cola, Donald Keciugh, Morita dijo con'una sonrisa: "Lo que tienen que hacer ustedes es bajarse esos sueldos tan altos que tienen. Yo realmente les envidio, pero, si se pagan ustedes tanto a sí mismos y reparten tantos dividendos, luego no podrán ofrecer sus productos a buen precio". El mensaje estaba claro: hay que dar ejemplo desde las alturas.
Y en las alturas, Morita volvió a demostrar que es hombre sencillo. Eran las 9.30 del domingo y centenares de personas guardaban cola para coger el tren de cremallera que sube desde Davos hasta la estación de esquí de Parssen. Akio Morita y su esposa, Yoshiko, llegaron enfundados en sus monos de esquí iguales y a la última moda, acompañados de tres guardaespaldas. Miraron la larga fila y comprobaron en el reloj que no tendrían mucho tiempo para esquiar si esperaban su turno, como el resto de los mortales. Seguro que vieron que a un lado de la taquilla estaban algunos de los organizadores del World Econornic Forum colando por la puerta falsa a las personalidades que querían subir a esquiar sin las molestias de la espera. Pero el matrimonio Morita, con más de 130 años entre los dos, renunció a los privilegios y aguantó estoicamente la hora y media de espera para subir a la estación. Sólo aceptaron que sus guardianes les llevaran las tablas mientras "esperaban. Además, no perdieron el sentído del humor, ni la calma, durante los 90 minutos de aglomeraciónl- en los que muchos otros se desesperaban (incluso hubo algún desmayo).
El matrimonio Morita se mueve por Davos con esa educación japonesa que a veces resulta empalagosa. Sonríen a diestro y siniestro, e inclinan la cabeza de vez en cuando mostrando su blanquísimo cabello. Se desplazan en una descomunal limusina y asisten a todos los actos sociales.
Pero los cuidados modales del presidente de Sony no le impiden tirar dardos envenenados cuando alguien le busca las cosquillas. En el debate de ayer, cuando el ex presidente del Bundesbank Karl Otto Pöehl comentaba que Coca-Cola no tenía problemas con las empresas niponas porque en Japón no habían descubierto una bebida similar, Morita comentó irónicamente que "Coca-Cola también tiene problemas con nosotros, porque, si no recuerdo mal, les hemos comprado alguna empresa últimamente", en referencia a la adquisición de la compañía discográfica CBS por parte de Sony. Sencillo, pero no tonto.
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