La 'guerra de las mezquitas' provoca cuatro muertes en Argel y Constantina
Cuatro muertos, numerosos detenidos, cerca de un centenar de arrestados y siete imames detenidos es el balance oficioso de los incidentes que se registraron ayer en numerosas ciudades de Argelia, especialmente Argel y Constantina, como consecuencia de los enfrentamientos entre integristas y fuerzas del orden público, al tratar estas últimas de evitar las concentraciones masivas y los mítines políticos en los templos controlados por el Frente Islámico de Salvación (FIS), configurando un episodio más de la guerra de las mezquitas.
Ayer viernes -el segundo viernes negro en que se ve inmerso Argelia tras la llegada al poder de la junta cívico militar- se caracterizó por una agitación popular y espontánea en todo el país y por la aparición por primera vez en la vida de la república del fenómeno terrorista, que provocó una explosión en la Embajada de EE UU en Argel. Un grupo anónimo lanzó un artefacto casero contra la sede diplomática sin producir daños ni víctimas, pero con el que se abre un episodio inquietante de la historia del país. Se empiezan a cumplir así los presagios de determinados observadores que vaticinan para Argelia una etapa de terrorismo y guerrilla integrista.Los incidentes más importantes de ayer tuvieron como escenario el popular barrio de Bab el Oued, en Argel, que amaneció acordonado por un considerable contingente de fuerzas policiales y del Ejército, que tenían como misión impedir por todos los medios la afluencia de integristas a la mezquita de Suna. A medida que avanzaba la mañana y las milicias integristas no podían acercarse al templo fue creciendo la tensión en el barrio, por lo que el cerco policial se fue estrechando y se produjeron los primeros enfrentamientos.
Plegaria semanal
A partir de las 13.00, mientras en el interior de la mezquita de Bab el Oued un reducido número de fieles iniciaba la plegaria semanal del viernes, en el exterior se registraban duros enfrentamientos entre policías y militantes integristas, que pugnaban por acceder al local. Las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a disparar y lanzar gases lacrimógenos. De forma intermitente y hasta bien avanzada la tarde se estableció un diálogo de provocaciones entre las fuerzas de seguridad y grupos de jovenzuelos que insultaban al presidente de la junta cívico militar -"Budiaf, asesino"- o amenazaban a los demócratas con la guerra santa -"judíos, judíos temblad, el Ejército de Mahoma va a regresar"- mientras se escondían detrás de las columnas, en los portales de los inmuebles o bajo los vehículos. Las fuerzas se seguridad respondían con gases y ráfagas de metralleta.A pesar de estos incidentes en el interior del templo de Suna, en el barrio de Bab el Oued, procedió la ceremonia de la plegaria, donde dos imames vinculados al FIS pronunciaron sus discursos. El primero en hacerlo fue Mohamed Said, uno de los más radicales de la organización, que tuvo que interrumpir sus palabras, al embargarle la emoción y quebrársele la voz.
Un segundo imam, desconocido para el gran público, tomó su relevo y levantó la voz para alertar a las autoridades sobre una posible explosión de cólera popular. Estas declaraciones provocaron horas más tarde la detención del imam, cuando trataba de abandonar la mezquita. El arresto desencadenó una nueva oleada de desórdenes en Bab el Oued.
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