Llamamiento a la confianza

¿Una reunión para nada? ¿Acaso el encuentro de los ministros de Finanzas de los siete grandes países industrial izados este fin de semana cerca de Nueva York ha sido totalmente inútil? Algunos participantes, como Nicholas Brady de EE UU y Pierre Beregovoy de Francia, han subrayado s'u importancia. La afirmación común sobre la necesidad de reforzar el crecimiento económico mundial se traduciría, según el primero, en un cambio en el clima favorable a la confianza de los agentes económicos. Y según el segundo, a un retorno al espíritu de concertación internacional de los acuerdos del Plazza, en 1985, y del Louvre, en 1987. El largo comunicado incita al escepticismo. Salvo posibles acuerdos secretos ningún participante, salvo EE UU, ha tomado medidas concreta para estimular la actividad mundial. ( ... )El año 1992 será mejor que 1991, afirmó Beregovoy al comentar los trabajos del G-7. Las .condiciones para una reactivación del crecimiento parecen efectivamente más favorables hoy que ayer. La estabilidad de los precios del petróleo, el descenso de los tipos de interés y el dominio de la inflación son factores positivos. Al recordar estos elementos, los Siete quieren volver a dar confianza a los agentes económicos. Utilizan la palabra confianza cinco veces en su comunicado, pero al revelar sus diferencias, si no sus divergencias, los grandes financieros no contribuyen a su renacimiento.

27 de enero