Las privatizaciones municipales desatan la guerra de los sindicatos contra el PP
El equipo de gobierno municipal del PP tiene a los concejales del PSOE y de Izquierda Unida en la oposición. Pero desde que el pasado verano llegaron al poder en solitario, los populares han tenido que abrir también un nuevo frente ante los sindicatos. Una oposición aún más dura que la política, ya que contribuye a incrementar la imagen de deterioro de los servicios públicos. A la vuelta de las navidades, las centrales han reanudado los conflictos, en sectores tan diversos como la limpieza y los servicios funerarios. Pero sobre todo ante la primera privatización del año: los polideportivos.
Nada más llegar a la alcaldía, José María Álvarez del Manzano se encontró con la oposición de Comisiones Obreras a la retirada de los bordillos bus de las calles de Madrid. A lo largo del verano, la huelga de las trabajadores de las contratas de jardinería estuvo a punto de secar grandes zonas verdes de la capital por falta de riego. Y durante 38 días, las cuidadoras de atención domiciliaria dejaron desatendidos a 5.000 ancianos, en un duro enfrentamiento con el Ayuntamiento al que los sindicatos reclamaban que este servicio social estuviera en manos públicas y no de empresas privadas.Por si fuera poco, los conductores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) realizaron una huelga total el pasado día 15, y están dispuestos a volver a dejar Madrid sin autobuses urbanos, esta vez con carácter indefinido, a partir del 3 de febrero.
La semana pasada se desataron. nuevos conflictos, en los servicios de limpieza y recogida de basuras -los vecinos fueron educados durante dos días para depositar las bolsas de desperdicios dentro de los cubos-, en el Instituto Municipal de Deportes (IMD) -cuyos dos nuevos polideportivos van a ser gestionados por empresarios privados-, y hasta en la funerarla municipal -una empresa con capital mixto-, cuyos enterradores llegaron a amenazar con dejar de trabajar los días festivos. ¿Qué ocurre en los servicios; municipales?
"Esto no es laissez fai,re, es puro pasotismo", responde el concejal socialista Juan Lobato, para quien las privatizaciones deberían ser "un asunto técnico, instrumental y no político". A su juicio, los continuos conflictos surgen de la división interna en el PP municipal.
Uso exclusivo
El también socialista Ramón Herrero anuncia que su grupo plantará cara a la privatización de dos nuevos polideportivos municipales: el de Playa Victoria, en el distrito de Tetuán, y el de Pueblo Nuevo, en San Blas. La limitación del acceso del público a partir de las seis de la tarde, la autorización de actividades extradeportivas (fiestas, actuaciones musicales) y el uso exclusivo, mediante el subarriendo de locales, inquietan al PSOE. que además ve en peligro el mantenimiento de una plantilla de 2.000 trabajadores. El próximo día 30, coincidiendo con la celebración del pleno del Ayuntamiento, los empleados del IMI3 se concentrarán ante la Casa de la Villa.
Desde el PP las cosas se ven de un modo bien distinto. José Gabriel Astudillo, concejal de Educación y Deportes, asegura que la gestión de las instalaciones deportivas municipales a través de la iniciativa privada costará a los madrileños unos 30 milllones de pesetas, mientras que la gestión directa desde el Ayuntamiento costaría 400 millones.
Franco González, concejal de Izquierda Unida, asegura con ironía que los sindicatos se "han subido a la chepa del PP", porque la gestión privada auspiciada por el equipo de gobierno busca sólo rentabiridad económica y no social. "Vamos a coincidir plenamente con los sindicatos en su lucha contra las privatizaciones", agrega el edil de IU.
Los 170 enterradores que trabajan en los 14 cementerios de Madrid han estado a punto de cancelar los enterramientos en los días festivos. La rápida reacción del concejal de Sanidad, Simón Viñals, evitó el conflicto en los camposantos.
En la sede de Comisiones Obreras de Madrid, su secretario general, Rodolfo Benito, clama al cielo: "Se lo han gastado todo en túneles, por eso no hay inversión para servicios municipales, que cada vez están más deteriorados".
Las federaciones de tranportes, servicios públicos y actividades diversas de CC OO han diseñado una estrategia de combate frente al gobierno municipal. "La ausencia de vías de diálogo con el PP es absoluta", protesta Benito, quien considera que la política de privatizaciones se va a desarrollar en los dos primeros años del mandato municipal para encarar las próximas elecciones locales sin conflictos.
¿Regar un jardín es un asunto de libre competencia?", se interroga el secretario regional de CC OO, para quien servicio público y negocio lucrativo casan mal, sobre todo "si se quiere mantener su calidad". En las dos privatizaciones previstas en el IMD -según esta central sindical- el ciudadano pagará dos veces: como contribuyente, con sus impuestos, y como cliente, al sacar la entrada en la taquilla del polideportivo. "Es una concepción mercantilista de la vida municipal y, mientras tanto, las empresas privadas que riegan los jardines dejan abandonadas un 30% de las zonas verdes, según nuestros datos, para mantener su tasa de beneficios", denuncia Benito.
"Ariete" de los partidos
"Los sindicatos no queremos ocupar el espacio de los partidos políticos, pero consideramos que sólo tenemos un límite: no poder presentamos a las elecciones", argumenta el líder regional de CC OO. "El trabajador paga impuestos, por los que exige servicios a la Administración, y nosotros defendemos sus intereses dentro y fuera de las empresas, de manera que negociamos, por así decirlo, un convenio colectivo con las administraclones".
José Luis Daza, secretario regional de UGT, no comparte la postura de Comisiones Obreras. "En los cuatro últimos conflictos -recogida de basuras, servicios funerarios, limpieza viaria e Instituto Municlpal de Deportes- sólo en este último no hemos podido alcanzar un acuerdo", puntualiza.
Daza advierte sobre el peligro de que los sindicatos actúen, en función del color de los gobiernos de cada institución, como un "ariete" de los partidos de la oposición".
Luis María Huete, primer teniente de alcalde, es tajante en su réplica a las centrales: "No tenemos ningún prejuicio sobre las formas de gestión de los servicios municipales. Nuestro único interés es servir a los vecinos, con la mejor calidad y el menor precio".
En su opinión, el sector público ya no puede crecer más: "Los sindicatos quieren mantener una situación de privilegio, pero desarrollan una labor que el pueblo no comprende. ¿Qué pintan los sindicatos protestando contra la supresión del bordillo bus?".
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