Puntualizaciones sobre una manifestación

Como representante y portavoz de la Coordinadora de Vecinos del Municipio de A Fonsagrada, deseo hacer las siguientes puntualizaciones:En primer lugar, debo protestar por el encabezamiento del artículo, firmado por Xesús Hermida, que comienza por decir que -los manifestantes insultaron y lanzaron palos a Fraga- y, en letras muy destacadas, que "cientos de vecinos de Lugo intentan entrar por la fuerza en la sede de la Xunta".

De esté insólito encabezamiento el lector sacará fácilmente la confusa impresión de que unas pocas personas, ciertamente violentas, se desplazaron a Santiago con la única finalidad de insultar al señor Fraga y de penetrar por la fuerza en la sede de la Xunta de Galicia. Y para colmo se le ocurre decir que los manifestantes procedían de Lugo, cuando la verdad inequívoca es que fuimos los vecinos de un pequeño municipio de la provincia, que se llama A Fonsagrada, ignorado por el señor Hermida y, por lo que pude comprobar personalmente durante la manifestación, ignorado también por la Xunta de Galicia.

Pues bien, nada más lejos de la realidad, por cuanto los vecinos desplazados voluntariamente -pagando su viaje, aportando su propia comida y en condiciones climáticas totalmente desfavorables- a una distancia de cerca de 200 kilómetros fueron más de 3.000, que representan casi el 50% del censo de votantes y se aproxima mucho a la totalidad de los votos emitidos durante las últimas elecciones (el señor Hermida reconoce más adelante que asistieron unos 3.000 vecinos).

Por otra parte, durante el transcurso de la manifestación, totalmente pacífica, que duró desde las doce de la mañana hasta las nueve de la noche, los únicos incidentes, si es que así se les puede llamar, protagonizados por algún pequeño grupo, al que no pretendo disculpar, fueron algunos empujones a las rejas que guardan san Caetano y a las puertas del palacio de Raxoi, en ambos casos perfectamente controlados por los miembros del amplio servicio de orden montado por los propios vecinos.

Sí es cierto que se llegó a romper el candado que cerraba las puertas de hierro de san Caetano; pero también es cierto -y esto prueba la serenidad y disciplina de los manifestantes- que, una vez roto el candado protector, la puerta continuó cerrada, debido a las decididas instrucciones de los servicios de orden de la manifestación.

El único incidente que puede merecer ese calificativo fue la rotura de un cristal del vehículo de TVG. Tampoco es mi intención disculpar al que lo hizo, pero el señor Hermida, si siguiera de cerca los acontecimientos e informaciones sobre nuestros problemas, descubriría que la radio y televisión autonómicas, pagadas por nuestro dinero, durante todo el proceso, paradójicamente, no han hecho más que tergiversar, manipular e, incluso, mutilar toda la información vertida a través de sus ondas y de sus pantallas.

Da la impresión de que el señor Hermida no está lo suficientemente informado sobre el fondo de la cuestión, aunque éste

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