España da menos ayudas públicas a la industria que Luxemburgo, Bélgica, Italia o Alemania
El proteccionismo de la industria española es un mito si se compara con otros países de la Comunidad Europea. Luxemburgo, Italia, Irlanda, Grecia, Bélgica y Alemania conceden más subvenciones estatales que España, según un informe de la Comisión Europea hecho público ayer en Bruselas. El análisis se refiere al período 1986-88, pero los expertos comunitarios hacen constar que el establecimiento de controles ha hecho descender el porcentaje de ayudas públicas en nuestro país. En el caso de la agricultura, la desproporción de las ayudas es mucho más acusada.
Luxemburgo figura a la cabeza de un modelo industrial que ha crecido bajo el paraguas del Estado. El total de subvenciones representa el 4,1% del PIB, prácticamente el doble de la media comunitariá (2,2%). En España, el nivel de protección es del 2,3%, porcentaje equivalente al de Portugal, pero que se sitúa por debajo del 3,2% de Bélgica, del 3,1% de Italia y Grecia, del 2,7% Irlanda y del 2,5% de Alemania. Tras la reunificación, la industria alemana está aún más protegida. Los países con menos subvenciones son Dinamarca (1%), Reino Unido (1,1%) y Holanda (1,3%). Francia, con el 2%, se sitúa debajo de la media.
Si se toma como índice el peso de las subvenciones sobre el total de los gastos de las administraciones públicas, el ranking apenas varía, aunque España, en este caso, se coloca por delante. de Alemania (un 5,5% frente a un 5,3%).
El informe intenta estable cer las distorsiones en la libre competencia entre países de la CE. En el caso español, un 40% del dinero público va a parar a la siderurgia y el naval, aunque desde 1988 ese porcentaje ha ido disminuyendo como consecuencia de la presión de la Comisión Europea.
El carbón, un. subsector energético sometido a una reconversión drástica en varios países de la CE, absorbe proporcionalmente muchas ayudas del Estado, pero en el caso español no son más que la mitad de la media de los países productores. La ayuda recibida por cada trabajador de interior es en nuestro país de 1,38 millones de pesetas, mientras en Alemanía asciende a 4,8 millones. Las subvenciones en Bélgica triplican las españolas y en Francia son dos veces y media superiores. Sólo el Reino Unido y Portugal están muy por debajo, pero en el total de ayudas nuestro país -tercer productor en número de toneladas- ocupa el último puesto.
También la comparación por ayudas a la producción, por subvención por tonelada y por precio más bajo del carbón importado sitúa a España entre los menos proteccionistas de la CE en la minería. La ayuda media por tonelada en el período 1986-88 fue en Bélgica de 72,7 ecu (9.451 pesetas). En España era de 2.769 pesetas y en Alemania de 5.500. En la actualidad estas cifras han quedado totalmente desbordadas, porque la subvencióm media alemana es superior a 12.000 pesetas. En España, igual que sucede en ciertas empresas o sectores industriales, el principal problema son los focos de crisis, como es el caso de Hunosa donde el coste de explotación subterránea llega a ser de 39.000 pesetas por tonelada.
Dentro del transporte, las ayudas del Estado al ferrocarril sitúan a España en la media de. la CE en lo que se refiere a las subvenciones por pasajero y kilómetro. En Luxemburgo son más de siete veces superiores, mientras Bélgica, Italia y Alemania duplican la tasa española. El informe no toma en cuenta la calidad del servicio.
Si en la industria, en contra de lo que se había pregonado antes del ingreso, los países del sur no son los más proteccionistas de la CE, en la agricultura la diferencia es abrumadora. El informe de la Comisión Europea hace especial hincapié en ello. España es el país con menos ayudas por persona ocupada en el campo: algo más de 10.000 pesetas al año en 1986. Le siguen Grecia y Portugal. La media comunitaria es 10 veces superior, pero Luxemburgo (26 veces más alta), Holanda (22 veces) y Alemania (18 veces) se llevan la palma de una agricultura que vive de las arcas del Estado.
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