El Ayuntamiento quiere variar el trazado norte de la M-40

Los miembros del PP, que gobiernan el Ayuntamiento, declararon ayer que tampoco a ellos les gusta el trazado propuesto por Obras Públicas para cerrar la M-40 por el norte, un tramo que muerde el monte de El Pardo. Sus primeras manifestaciones, en cambio, habían sido elogiosas. Pero anteayer, martes, el Grupo Popular y el de IU en la Asamblea de Madrid criticaron la última solución, aportada por el ministro José Borrell, porque afecta al paraje natural. El PP municipal se sumó ayer a esta postura.El Ayuntamiento considera vital que el ministerio termine la M-40 por el norte (hasta ahora funciona por el este y el sur, desde la carretera de Burgos hasta la de Extremadura); pero no como quiere el ministerio. El PP municipal propondrá hoy modificar el último trazado en una reunión que mantendrán responsables de ambas instituciones.

La concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, considera que el trazado diseñado por el ministerio divide el monte de El Pardo y deja aislada una zona de unas 60 hectáreas. "El ministerio pretende que esa isla se convierta en un parque, y nosotros queremos que siga siendo lo que es: parte del monte de El Pardo", explica Aguirre.

No tan radical

La propuesta municipal no es tan radical como la que presentó el martes IU, que quería trasladar el tramo norte de la M-40 a la avenida de Valdemarín, lejos de los límites del paraje natural. El PP municipal no se opone a que un trozo de la futura autovía se introduzca unos metros en el monte, pero se niega a que lo atraviese."Hay una parte del trazado que entra unos 40 metros en el monte, pero es una zona que ya está desforestada después de que el Canal de Isabel II instaló unos grandes colectores. Ese tramo no es problemático", considera el Ayuntamiento. "Sin embargo, a continuación, se introduce más en el monte y deja aislada una importante parcela. El Ayuntamiento va a proponer que en ese tramo, de un kilómetro, se realice en túnel y se aproxime lo más posible al límite del parque", explica Aguirre. Según el Ayuntamiento, esta alternativa costaría unos 3.000 millones más.

Esperanza Aguirre quiere dejar bien claro que la necesidad del cierre norte "no se discute". "Pero debe hacerse según estos tres principios: ecología, economía y seguridad vial". Precisamente uno de los argumentos utilizados por el ministerio para desechar la construcción del túnel es su inseguridad.

Borrell está dispuesto a convencer a todo el mundo de la bondad de su proyecto. Próximamente, se reunirá con los portavoces de IU y el PP en la Asamblea, anunció Servimedia.