Doble propuesta de la CE contra los monopolios de electricidad y gas

Los monopolios de producción y distribución de electricidad y gas natural se abolirán a partir del 1 de enero de 1993 en caso de que triunfen los dos proyectos de directiva aprobados ayer en Bruselas por la Comisión Europea.

El objetivo, según el comisario Antonio Cardoso e Cunha, es "mejorar la eficiencia del sistema, impedir el actual mercado de clientes cautivos y, a largo plazo, acabar con la fijación administrativa de las tarifas".Los proyectos de liberalización son, sin embargo, más moderados que los debatidos en octubre, bloqueados entonces por la oposición de ocho países, entre ellos España. El nuevo sistema establece el respeto al principio de subsidiariedad, es decir, "permite a cada Estado miembro elegir el régimen de aplicación final que mejor le conviene". La Comisión busca un acuerdo y renuncia a actuar por su cuenta en base al principio libre competencia.

Los dos nuevos proyectos, que deberán ser aprobados por los Doce antes de su entrada en vigor, pretenden abolir los derechos exclusivos de producción de electricidad y de construcción de líneas eléctricas y gasoductos para "abrir el mercado a nuevos operadores". Además, obligará a las compañías a separar sus actividades de producción, de las de suministro y distribución de la energía.

Para los consumidores, la gran novedad es la posibilidad de contratar con la compañía eléctrica o de gas que les resulte más barata. Las redes eléctricas o gasoductos -"cuya estructura actual se mantiene en base a lo que se denomina monopolio natural", explicó el comisario- tendrán que suministrar energía a esos clientes por un precio razonable de transporte "siempre que haya capacidad disponible".

Coches japoneses

Por otra parte, la Comunidad Europea ha autorizado a España a prorrogar el sistema de cupo máximo para la importación de coches japoneses desde otros países de la CE. El contingente fijado para 1992 es de 12.860 vehículos (6.000 durante el primer semestre).

El límite a las importaciones de vehículos fabricados fuera de la CE es una práctica autorizada a España y otros países comunitarios en base a la excepción comercial del artículo 115 del Tratado de Roma.

El acuerdo alcanzado por los Doce con Japón establece una autolimitación de las ventas. En el caso de nuestro país, se traduce en que la entrada de 45.000 coches nipones al año irá creciendo progresivamente hasta alcanzar la cifra de 79.000 en 1999. Las importaciones directas a través de los concesionarios -12.860 coches en la actualidad- se completarán con las reexportaciones efectuadas desde otros países de la CE.

Los argurnentos presentados por el Gobierno español para poder fijar un número máximo de licencias de importación, insisten en la defensa de la industria nacional, sometida a un proceso de reconversión y condicionada a fuertes inversiones. En España, el sector automoviístico da empleo a 400.000 personas (92.000 en las factorías, 120.000 en las industrias auxiliares y 180.000 en comercialización y asistencia).