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El Ayuntamiento endurece los requisitos para conceder dinero a las asociaciones ciudadanas

Juan Antonio Carbajo

El Ayuntamiento redujo en un 30% la partida dedicada a subvencionar asociaciones. El recorte vendrá acompañado ahora por exigencias más duras para optar a la ayuda económica municipal. El Gobierno del PP retocará el reglamento de participación ciudadana para impedir que locales de su propiedad sean la sede de algunos colectivos y para limitar la presencia vecinal en los plenos. Además, para conseguir una subvención, las asociaciones deberán presentar previamente un programa "que redunde en beneficio del barrio y no sólo de los miembros de la asociación", según el PP.

Las asociaciones ya son mayores de edad y pueden vivir solas. Con esta idea, el responsable del Área de Coordinación, José Gabriel Astudillo, ha reelaborado las normas que regulan la participación ciudadana. Ya no se les pagarán como ahora los gastos corrientes. Tampoco tendrán como sede locales municipales, ni se les dará subvenciones sin antes demostrar que van a realizar una tarea "social" en beneficio del todo el barrio". "El movimiento asociativo ha tenido tiempo de crecer", explica Astudillo.El concejal de IU Franco González interpreta la intención municipal como un ataque a las asociaciones vecinales: "Aumentan las trabas y la burocratización, se suprime el compromiso de realizar plenos con participación de los vecinos y se dificulta la utilización de locales públicos".

Las asociaciones que deseen este año acceder al dinero municipal deberán presentar previamente un programa de actuación "que benficie a todo el barrio", explica Astudillo. Y ello les dará derecho sólo a un anticipo del 50% de la subvención. El resto llegará con el programa ejecutado.

Hasta ahora, a una asociación le bastaba con haber sido declarada de utilidad pública y presentar unos justificantes del dinero gastado para acceder a las subvenciones. El Gobierno popular asegura que este sistema ha conducido al dinero municipal a extraños fines: tres millones de pesetas para una comida de hermandad, 300.000 pesetas en bebidas, 62.000 más en un jamón de jabugo.

El Ayuntamiento se reserva el nombre de los firmantes de estas facturas, a quienes se ha pedido la devolución del dinero. Según Isaac: Ramos, presidente del distrito de San Blas, "el jamón era para una rifa y al final lo pagaron el Ayuntamiento y también los que compraron las papeletas".

Una novedad más. Hasta ahora las asociaciones podían solicitar subvenciones para sus gastos corrientes, aspecto éste que ha desaparecido del nuevo texto.

Según González, las ayudas, que ahora desaparecen, para pagar los gastos corrientes "garantizaban la supervivencia de muchas asociaciones". Ramos asegura que el texto actual obligaba al Ayuntamiento a pagar la mitad de este gasto". Pero Astudillo tiene otra lectura: "Las normas actuales son de 1989. Las asociaciones han tenido tiempo de crecer y poder afrontar sus gastos".

Expulsiones

El mismo argumento sirve para impedir a los colectivos que tengan sus domicilios sociales en locales municipales. Los primeros expulsados, según IU, serán la Confederación de Asociaciones de Vecinos de España y el Comité de Acción por la Paz y el Desarme, que ocupan un inmueble en la calle de San Cosme y San Damián, 24. El Ayuntamiento quiere recuperar los edificios para ponerlos en venta y ya ha emprendido las acciones pertinentes.El nuevo texto también impedirá intervenir en los plenos a las asociaciones que hubieran efectuado alguna alegación en el periodo de información pública. "Entendemos que su postura ya ha sido escuchada", explica Astudillo.

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