Los socialistas reconocen en un informe interno que la acusación de ser corruptos es su mayor problema
Las acusaciones de corrupción que rodean al PSOE constituyen la máxima preocupación en estos momentos de] partido del Gobierno, según se afirma expresamente en el informe político que la ejecutiva presentará el próximo viernes al comité federal, máximo órgano de dirección, en el que se analiza lo ocurrido en el último año en el panorama internacional y nacional, así como en la propia vida del partido, en el que se menciona la salida del Gobierno de Alfonso Guerra. En este documento se critica con dureza al Partido Popular, del que se afirma que su estrategia de desgaste no consigue subir su apoyo electoral.
Los socialistas aseguran que son los primeros interesados en combatir los focos de corrupción allí donde los haya, pero rechazan la acusación de que en sus filas se haya implantado la práctica de la corrupción.En estos momentos, la dirección del PSOE está elaborando dos documentos que servirán de debate en la reunión del comité federal del próximo viernes. El primero es un informe político y de gestión del último año, prácticamente terminado, y el segundo, aún por elaborar durante esta semana, servirá de pauta para que los miembros del federal se expresen sobre las acciones de futuro, y tendrá el epígrafe de Perspectivas de la acción política tras nueve años de gobierno.
Salida de Guerra
El primer informe recorre los acontecimientos políticos internacionales -empezando por la guerra del golfo Pérsico-, nacionales y los que hacen referencia a la propia vida interna del PSOE. El congreso de este partido es mencionado, así como la salida del Gobierno del vicesecretario general, Alfonso Guerra, sin que ello sea objeto de comentario, según informan dirigentes socialistas.
En el texto se reconoce que las acusaciones de corrupción constituyen el aspecto más preocupante en la vida del partido, y desde luego no se asume que entre los socialistas se haya generalizado la práctica de acciones irregulares.
Las fuentes informantes señalan que el texto está en relación con lo expresado anteayer por su secretario general del partido, Felipe González, en Cartagena de Indias, en el sentido de que sentía "repugnancia por las acusaciones de corrupción de los corruptos".
En el documento del PSOE se hace una llamada a todos los partidos para que se excluyan de la lucha política los elementos que contribuyen a poner en tela de juicio el sistema democrático español.
Reconoce que las acusaciones, aunque han dañado su imagen, no se han traducido en descenso de su apoyo social, basándose en encuestas propias. También se afirma que el PP no obtiene frutos con su estrategia de desgaste, ya que no acorta distancias con el PSOE, al considerar que las banderas que ha levantado no le corresponden y, por tanto, no tienen credibilidad, siempre según las fuentes informantes.
El PSOE marcará en el segundo documento, sobre acciones de futuro, unas pautas sobre las que se abrirá el debate, aunque responsables del partido adelantan que irán en torno a los objetivos para esta legislatura, que incluyen la reforma de la Administración y la mejora de servicios e infraestructuras.
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