González expresa una "repugnancia casi ilimitada" por Ios corruptos que denuncian la corrupción"

El presidente del Gobierno, Felipe González, afirmó ayer que sentía una "repugnancia casi ilimitada frente a aquellos que sé que son corruptos y están todo el día denunciando la corrupción". El jefe del Gobierno hizo estas aseveraciones en Cartagena de Indias (Colombia) en una conferencia de prensa conjunta con el presidente colombiano, César Gaviria, en la que criticó mordazmente, pero sin nombrarles, al líder popular, José María Aznar, y al cardenal Enrique y Tarancón, antiguo arzobispo de Madrid, que han denunciado la existencia de más corrupción que en tiempos de Franco.

La víspera de iniciar su regreso a Madrid, adonde tiene previsto llegar mañana por la mañana, González arremetió con inusual dureza contra el comportamiento "desproporcionado e irresponsable para la imagen de nuestro país" de aquellos que denuncian la corrupción sin aportar pruebas."Si de verdad se está en contra" de ese fenómeno, prosiguió el presidente en una clara alusión a Aznar, "hay que denunciar el caso concreto, llegar hasta el final y no estar declamando todo el día un ambiente general de corrupcion que no es cierto ni en la política ni en ningún otro nivel de la vida española".

Tras asegurar que se siente "seguro y sólido porque no he tenido nunca ninguna tentación con relación al dinero ni con otro tipo de corrupción", señaló que, ante la multiplicación de acusaciones imprecisas, prefería "callarse frente a gentes que sé que son corruptas económicamente, por su pasado o por sus implicaciones en situaciones intolerables, y los veo declamando y denunciando la corrupción". "Cuando los corruptos dicen que hay corrupción es que quieren taparse, y es verdad que a los que no nos corrompemos nos da repugnancia ponernos al mismo nivel".

"Yo tengo que defender el buen nombre de mi país", recalcó en tono cada vez más enérgico, "y tengo que decir que es una infamia hablar de corrupción generalizada, lo diga quien lo diga, aunque lo digan aquellos que a veces han paseado a un dictador bajo palio". González se refería al cardenal Enrique y Tarancón, que en el diario Abc sostuvo recientemente, en sintonía con Aznar, que había ahora más corrupción en España que con Franco.

El presidente español, que a mediados de semana fue testigo en México de la firma de la paz entre el Gobierno y la guerrilla salvadoreña, aprovechó la ocasión para resaltar que en España no cabía esperar una negociación similar entre su Gobierno y ETA. "Hay alguna diferencia de naturaleza cuantitativa", subrayó, "entre los movimientos insurgentes en América Latina y los grupos específicamente terroristas"."En el caso de España, los etarras", subrayó, "son simples asesinos que ni siquiera toman el riesgo de enfrentarse con las Fuerzas Armadas; son cobardes que aprovechan la alevosía y la nocturnidad para matar a cualquier persona". "Es imposible pactar con quienes ponen un coche bomba en un almacén y mueren 20 o 30 personas". "Es un error dram. ático alimentar la expectativa de un pacto de carácter político con un grupo de asesinos que serviría para fomentar el nacimiento de otros grupos".

"¿En qué consiste la negociación políticaT', se preguntó González a renglón seguido. "¿Es que alguien piensa que el Gobierno español va a desmembrar el territorio?". Si así es "no tiene ninguna esperanza, y quien establece comparaciones con El Salvador se equivoca, espero que de buena fé".

González desmintió también las informaciones de prensa sobre la irritación existente en algunos círculos castreses, sobre todo en Cataluña, contra el Gobierno tras los últimos atentados de Barcelona. "Que haya un sentimiento de indignación o de malestar me parece natural", afirmó, "porque yo lo comparto".