Aznar reclama un patriotismo crítico que restaure el orgullo nacional y evite que España quede arrinconada
El presidente nacional del Partido Popular, José María Aznar, reivindicó ayer un patriotismo crítico y exhortó a recuperar "el orgullo de ser español" frente a la resignación inducida por los socialistas, según él, y para conseguir que España no quede como la esquina de Europa. En una convención de cargos electos del PP, Aznar volvió a invocar la necesidad de regenerar la vida pública y de limpiar a España de corrupción. Tanto él como otros dirigentes populares defendieron la privatización de algunos servicios públicos, pero sin especificar cuáles.
El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, arrancó una de las más largas ovaciones del millar de concejales, parlamentarios y dirigentes que llenaban el Palacio de Congresos al pedir al Gobierno que cumpla en el Parlamento lo que proclama en los funerales de las víctimas del terrorismo. Álvarez Cascos pidió una ley que indemnice, incluso con carácter retroactivo, a los afectados en atentados y exigió el cumplimiento íntegro en la cárcel de las condenas impuestas a terroristas.Álvarez Cascos afirmó que en 1991 se cometieron en España 800.000 delitos y relacionó la elaboración de la Ley de Seguridad Ciudadana con el hábito adquirido por los socialistas, según él, de convertir las encuestas en breviario de cabecera. El PP presentará un recurso de inconstitucionalidad contra esa ley por considerar que "es una amenaza para las libertades".
José María Aznar clausuró la convención -auténtico inicio de precampaña electoral- con un discurso que, al igual que el de Manuel Fraga, contuvo más declaraciones de principios que alternativas concretas. Ambos pidieron un esfuerzo para combatir el conformismo en que se han instalado los gobernantes socialistas y que genera un clima de resignación, según ellos. Fraga proclamó la vigencia de los valores morales de las personas prudentes, reformistas a la par que "tantas veces pecadores", frente al caos, la confusión y el riesgo de perder la esperanza, según su diagnóstico.
El presidente de la Xunta replicó con desprecio a quienes sugieren que él está estudiando volver a ser candidato a presidente del Gobierno de la nación. Al proclamar que su compromiso con Galicia es definitivo, se emocionó y se le quebró la voz.
Aznar, citado por Fraga como líder indiscutible, retomó una de las ideas del presidentefundador del PP y defendió la recuperación "del concepto de lo nacional y de lo español". Desde un patriotismo crítico, no folclórico ni sentimental, dijo, alentó a volver a hablar de España sin complejos y a sentir el orgullo de ser español.
El presidente nacional del Partido Popular asumió una serie de compromisos con, la opinión pública para regenerar la política española, una fórmula utilizada también hace dos años, en el congreso en que Fraga le aupó al liderazgo. Aznar prometió ética, para que los hechos coincidan con las promesas; eficacia, como muestra de respeto al dinero de los ciudadanos; rigor frente a la improvisación; libertad y realismo, en el sentido de crear riqueza "sin leyes de hierro" y de transferir algunos servicios públicos al sector privado.Impuestos
Con anterioridad, Rodrigo Rato, portavoz en el Congreso, había denunciado que mientras en otros países descienden los impuestos, en España han aumentado en 500.000 millones de pesetas en un año. "Cada vez pagamos más y por más cosas, a la vez que dejamos una mayor deuda a nuestros hijos", protestó.
Rato defendió una reducción del impuesto sobre la renta de los personas fisicas (IRPF), propuso bonificaciones fiscales para quienes inviertan, se opuso a que el impuesto sobre el valor añadido (IVA) grave los productos de primera necesidad y exigió una reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social.
El portavoz popular en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, defendió asimismo que una sociedad moderna requiere un Estado modesto, reducido, si bien capaz de cumplir sus objetivos. Ruiz Gallardón fue el más concreto a este respecto al señalar que el PP no puede instalarse en el inmovilismo ante la crisis de la Seguridad Social, "que tiene un coste insoportable y una calidad altamente insatisfactoria".
Los participantes recibieron una bienvenida del alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y respaldaron al candidato a la presidencia de la Generalitat, Aleix Vidal-Quadras. Entre los invitados estuvieron el presidente de la CEOE, José María Cuevas, y el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, mientras que faltaron el presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, y el ex vicepresidente del PP Miguel Herrero.
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