Conde-Duque quiere "tranquilizar" a los policías con mas disciplina y 8.000 nuevos agentes
El director general de » la Policía, Carlos Conde-Duque, pretende "tranquilizar" la policía y "crear las condiciones adecuadas para alcanzar una policía más profesional y motivo de intranquilidad entre los agentes: el anuncio de que el próximo 15 de enero tendrán que estar en Barcelona los 1.500 primeros agentes que empezarán a planear la seguridad de los Juegos Olímpicos.
El documento interno, titulado Programa de actuación de la Dirección General de la Policía a corto y medio plazo, contiene "mucho de lo que ya el año pasado pedían los sindicatos", según un dirigente del Sindicato Unificado de Policía (SUP). Sin embargo, estas organizaciones se consideran marginadas al no tener participación en los planes de renovación que pretende Conde-Duque."El director quiere dejar sin contenido a los sindicatos, que no somos los culpables de lo que ocurre en el cuerpo. La causa de lo que pasa es el malestar económico que hay entre los policías y, sobre todo, los agravios comparativos existentes en relación con la Policía Municipal o los Mossos d'Esquadra", dice José Manuel Sánchez Fornet, secretario de organización del SUP.
El dirigente sindical sostiene que sus posiciones son similares a las del director general en lo referido a la segunda actividad y a la ley de plantillas. "Coincidimos en que hace falta más gente y en que es preciso un cuerpo con estructura piramidal. Es inconcebible, por ejemplo, que en Cuenca haya una plantilla con 14 inspectores-jefes y tres inspectores", añade Sánchez Fornet. Éste, sin embargo, discrepa en que haya indisciplina y cree que los problemas actuales se deben a la confusión y a la falta de dirección.
El Cuerpo Nacional de Policía está integrado en la actualidad por unos 52.000 funcionarios (unos 4.000 menos de los que había cuando en 1986 se produjo la unificación del Cuerpo Superior de Policía y el Cuerpo de Policía Nacional). Conde-Duque pretende que, a fines de esta década, haya alrededor de 60.000 agentes, según el documento interno que ha sido distribuido entre los jefes superiores.
El Ministerio del Interior quiere "un cuerpo jerarquizado, disciplinado, profesionalizado y eficaz, dotado, además, de las dosis de ilusión suficientes", según el citado documento, que agrega que "el actual sistema de selección, acceso y promoción de los funcionarios es el obstáculo fundamental para el relanzamiento del cuerpo".
Apoyo para los jefes
El director general de la Policía quiere dar mayor poder a los jefes superiores de policía y comisarios provinciales, que "deben ser respaldados y apoyados en su labor legítima, cuya falta viene originando apatía y alusión de responsabilidades en los mismos". Estos jefes, según el proyecto en marcha, tendrán competencia para imponer sanciones a sus subordinados, mientras que ahora hay muchos castigos que solamente pueden ser impuestos por los mandos de la Dirección General.
Los sindicatos policiales opinan que en el cuerpo se va a mantener la crispación, sobre todo, por las circunstancias que van a rodear los acontecimientos que se producirán el año próximo -las Olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla y la capitalídad cultural de Madrid. "La mala organización en los alojamientos para los policías de la Conferencia de Paz para Oriente Medio, celebrada en octubre en Madrid, fue la antesala de lo que puede ocurrir en el 92", señala un sindicalista.
El próximo 15 de enero tendrán que llegar a Barcelona los 1.500 primeros policías destinados a preparar el dispositivo de seguridad para los Juegos Olímpicos, según fuentes del SUP. Este sindicato ha amenazado con realizar movilizaciones si no se garantiza un alojamiento digno para estos agentes, lo que ha motivado que sus dirigentes hayan sido convocados por la Dirección General para el viernes para ser informados de esta cuestión.
En la actualidad ya se hallan en Barcelona varias decenas de policías de Caballería que prestan servicio en el complejo olímpico. Los 1.500, procedentes de Madrid, Murcia y Valencia, que tendrán que incorporarse en enero, permanecerán en la Ciudad Condal durante dos meses y se ocuparán de preparar el plan de seguridad de cara a los Juegos.
La Dirección General de Policía se ha comprometido a respetar la jornada laboral de 37,5 horas a la semana para los que participen en la seguridad olímpica, según han indicado fuentes sindicales.
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