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Bombas incendiarias del IRA obligan a cerrar el metro de Londres

El Ejército Republicano Irlandés (IRA) logró ayer, mediante la colocación de bombas incendiarias en vagones del metro y del ferrocarril, paralizar por segundo lunes el transporte suburbano de Londres y crear una auténtica pesadilla para los millones de ciudadanos que ayer se vieron privados de unos medios de locomoción que utilizan diariamente.Una de las bombas de ayer se activó en el interior de uno de los vagones del metro cuando el convoy se encontraba en la estación de Harrow On The Hill. Los escasos ocupantes de la unidad (eran las 6.30) dieron la alarma cuando vieron salir una columna de humo de entre los asientos. El conductor, sin embargo, pudo extinguir el fuego por sí solo.

Otro artefacto del mismo tipo fue descubierto en un almacén de la estación de Neasden, también en la línea Jubilee. Expertos en desactivación de explosivos desmontaron la bomba, pero los reponsables del metro ordenaron el cierre de todas las' estaciones mientras se realizaba un registro minucioso. Una tercera bomba incendiaria hizo explosión una hora más tarde en la estación de metro de Westbourne Park, en la línea Metropolitan, lo que hizo aumentar el temor de que hubiera más artefactos explosivos ocultos en otros lugares de la red y ratificó la intención de mantener cerradas todas las estaciones de la ciudad.

La primera alarma se dio de madrugada, cuando una bomba provocó un incendio en un vagón del tren que realiza habitualmente el recorrido hasta el aeropuerto londinense de Stansted y se encontraba en una vía muerta en la estación de Ilford.

Atascos y colas

Los afectados por esta ola de atentados son millones, aunque la cifra no es tan abultada como lo sería en otras fechas, porque numerosos londinenses iniciaron el viernes sus vacaciones navideñas. No obstante, las aglomeraciones en las paradas de autobús y el elevado número de vehículos privados que han salido a las calles y carreteras provocan tremendos atascos y enormes largas colas en diferentes lugares de Londres.Los principales perjudicados por estos actos terroristas son los comerciantes, que ven disminuir drásticamente el número de clientes en unos momentos en que la afluencia y las ventas deberían ser las mayores del año. Hace dos semanas, y a raíz de la explosión en algunas zonas comerciales de diversos artefactos incendiarios, las tiendas se quedaron casi vacías.

El IRA, que se ha responsabilizado de esta campaña en Londres, se ha desmarcado de los tres asesinatos de protestantes ocurridos durante el fin de semana en el Ulster, que ha atribuido a otros grupos terroristas republicanos. Esas muertes y las de dos personas abatidas por terroristas protestantes convirtieron el pasado fin de semana en el más sangriento del año en la provincia, donde hasta hoy han sido asesinadas 75 personas, las cifra más alta en los últimos 15 años.

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