Aznar matiza en Santiago sus declaraciones sobre la corrupción en España

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, matizó ayer sus controvertidas afirmaciones sobre la existencia de un clima de corrupción sin precedentes en la historia de España. "Lo importante no es saber si hay más corrupción que antes, lo importante es que la sociedad necesita saber que no todo vale, y hay que tener coraje y valentía para decirlo", manifestó Aznar en Santiago de Compostela durante la clausura del congreso extraordinario del PP en Galicia.

El fundador del partido, Manuel Fraga, arropó las denuncias de Aznar y sus colaboradores sobre la corrupción -"el gran problema de España"- aunque no citó al PSOE, sino que habló de una tendencia social de culto al dinero.Aznar y Fraga coincidieron en la clausura del congreso extraordinario del PP en Galicia, una asamblea que en poco más de cuatro horas despachó el trámite de certificar el ingreso en sus filas de Centristas de Galicia. Esta fuerza política, con implantación en la provincia de Orense, donde es mayoritaria, estaba ya coligada con el PP desde su fundación en 1985, cuando se escindió de Coalición Galega. Los centristas, que pretenden convertirse en una corriente de opinión nacionalista dentro del PP, están dirigidos por el presidente del Parlamento autónomo, Victorino Núñez, y poseen un consejero en el Gobierno de Fraga.

Los dirigentes del PP aprovecharon el acto para lanzar el mensaje de la necesidad de un rearme moral frente a los numerosos casos de corrupción que, según los populares, proliferan en España, desde la llegada del PSOE al poder. Sin embargo, Aznar empleó un tono más moderado que el de las declaraciones efectuadas en los últimos días por él mismo y otros dirigentes del partido. El presidente del PP había dicho que la corrupción actual no tenía precedentes en la historia de España, una afirmación calificada por Felipe González de "estupidez".

El líder popular evitó ayer hacer comparaciones con otras épocas y en una rueda de prensa tras el congreso señaló que no quiere participar en "debates estériles". Tras considerar un "insulto" la respuesta del presidente del Gobierno, Aznar volvió a cuestionar los comportamientos morales del PSOE: "el punto de referencia ético que tenían los socialistas en 1982, ahora lo ha declarado inexistente la sociedad española". También aseguró que el pensamiento del presidente cántabro, Juan Hormaechea, no resta "ni un ápice" de legitimidad a sus críticas. "Yo sólo deseo que las cosas se aclaren en su momento", fue su respuesta.

Fraga apoyó las denuncias de su sucesor al señalar a la corrupción como "el gran problema de España", aunque evitó atribuir su responsabilidad explícitamente al PSOE. Según el presidente de la Xunta, en la sociedad se ha extendido la idea de que el fin justifica los medios y se ha sacralizado a Don dinero, que hoy manda mucho este poderoso caballero", explicó. Aznar reiteró que está convencido de que las elecciones generales se adelantarán al próximo año, pero cree que no se harán coincidir con la Exposición Universal y los Juegos Olímpicos. "Existe cierto clima de campaña electoral y el otoño puede ser una buena fecha [para los comicios]", pronosticó. El PP es partidario de agotar la legislatura aunque, según su presidente, "está preparado para afrontar las elecciones y ganarlas, como es natural".