_
_
_
_

Los croatas, encantados porque la CE reconoce que Yugoslavia ya no existe

El Gobierno croata acogió con satisfacción la decisión de la Comunidad Europea (CE) de reconocer el 15 de enero próximo todas las repúblicas yugoslavas que lo soliciten porque "ha comprendido que Yugoslavia ha dejado de existir", según declaró ayer en Zagreb el ministro croata de Exteriores, Zvonimir Separovic. Zoran Thaler, viceministro de Exteriores de Eslovenia, calificó de "paso hacia adelante" el acuerdo adoptado en Bruselas por la CE. Mientras la misma propuesta provocó la desaprobación de Belgrado.

Más información
8.000 campesinos serbios enfurecidos llegan a Bosnia huyendo de la guerra

"La reacción serbia puede ser peor que en Dubrovnik. Nuestro enemigo es imprevisible, pero no tenemos miedo de su reacción. Han perdido la guerra". Con estas palabras contestó Separovic a una pregunta sobre el riesgo de una nueva ofensiva militar contra Croacia en respuesta a la decisión comunitaria adoptada ayer en Bruselas."Se equivocan quienes piensan que el reconocimiento internacional de Croacia provocará una escalada de la guerra. La ausencia del reconocimiento habría significado un nuevo aliento a la agresión. Quien piense que se producirán nuevas ofensivas olvida que Serbia ya ha atacado a Croacia, que un tercio del país está ocupado, que Vukovar ha sido arrasada, que Osijek y Dubrovnik están parcialmente destruidas y que de todos los muertos en esta guerra dos tercios son civiles", dijo el jefe de la diplomacia croata.

Separovic repitió en varias ocasiones la satisfacción del Gobierno croata "por los criterios establecidos por la CE para nuestro reconocimiento", aunque no ocultó su "sorpresa" por el aplazamiento de la decisión hasta el 15 de enero.

El ministro croata subrayó el hecho de que "en sus esfuerzos, Alemania ha recibido el apoyo de Bélgica, Italia, Dinamarca y también de Francia". "Ahora corresponde a Serbia y Montenegro decidir qué harán", agregó, "porque el punto central es que el reconocimiento se hará efectivo a todas las repúblicas que lo soliciten. Si los serbios quieren todavía toda Yugoslavia es su problema, ya que quedarán más aislados del mundo". Separovic se declaró "parcialmente satisfecho" porque la CE "no ha hecho una clara diferencia entre los agresores y las víctimas". Aunque puntualizó: "No se lo reprochamos".

El ministro croata insistió en que las fronteras no se pueden alterar con la violencia sino a través de negociaciones y del arbitraje internacional después de conseguir la paz. "Estamos dispuestos a reconocer a Serbia dentro de sus fronteras siempre y cuando ellos estén dispuestos a respetar los derechos de Croacia".

El presidente del Gobierno macedonio, Nikola Kljusev, también se mostró satisfecho con las condiciones para reconocer a los nuevos países europeos.

Frustración serbia

Serbia esperó, hasta el último momento, que la decisión alemana de reconocer la independencia de Croacia y Eslovenia fuera rebocada en la reunión del Consejo de Ministros en Bruselas, sobre todo, después del distanciamiento de Roma y Viena respecto de la posición alemana. Sin embargo, estas esperanzas -compartidas además por algunos círculos diplomáticos occidentales en Belgrado, quienes opinan que un alto el fuego duradero y la solución negociada de la crisis debería preceder el reconocimiento- se vieron frustradas.

La primera reacción pública en Serbia fue la de Smilja Avramov, delegada del Gobierno serbio ante varias comisiones de la conferencia de paz sobre Yugoslavia en La Haya: "Se trata de la agresión de la CE a Yugoslavia".

El principal partido opositor en Serbia, el Partido Democrático, rechazó la propuesta porque ésta no ofrece una solución global a la crisis. Según esta visión, el reconocer la soberanía de las repúblicas vuelve la crisis a su inicio, ya que el conflicto entre las soberanías causó la guerra.

Dragoljub Micunovik, dirigente del Partido Democrático, dijo que la iniciativa de la CE fue poco constructiva, precisando que ahora comienza una carrera contra el tiempo entre la iniciativa de la ONU sobre el envío de los cascos azules y el reconocimiento. Si las tropas de paz llegan antes del reconocimiento, se puede esperar una solución pacífica. De lo contrario, si el reconocimiento precede a la llegada de los cascos azules, la guerra se extendería. Hoy se espera la llegada de los primeros 15 enviados militares y civiles de la ONU cuyas tarea es analizar el posible despliegue de las tropas pacificadoras.

¿Qué hará el Ejército?

La gran incógnita es ahora saber qué hará el Ejército federal hasta el 15 de enero. Los generales serbios tienen dos opciones: aceptar un alto el fuego incondicional e indefinido que permita el despliegue de los cascos azules de la ONU y el inicio de negociaciones sobre la retirada de las tropas federales de Croacia y el futuro de la extinta federación yugoslava; o una huida adelante, en forma de escalada militar en las próximas semanas, con el único objetivo de ocupar nuevos territorios en Croacia y colocar a la comunidad internacional ante una realidad de hechos consumados. Esta peligrosa opción podría desvirtuar el reconocimiento de una Croacia con buena parte de su territorio bajo ocupación militar.

Una opción de tales características por parte del Ejército federal amenazaría no sólo a Croacia sino al resto de repúblicas, con lo que la guerra podría extenderse a la vecina Bosnia-Herzegovina, donde las comunidades musulmana, serbia y croata viven más mezcladas que en ninguna otra república.

Aunque la cúpula militar no se pronunció ayer acerca de la decisión europea, sería una sorpresa que la aplaudiera, ya que según ellos Yugoslavia sigue existiendo y ellos la defienden.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_