Un médico testifica que su firma fue falsificada en los votos por correo que tramitó el PP

El médico Fernando Vicente Salvador ha declarado ante el juez que su firma fue falsificada en la documentación de numerosos votos por correo tramitados por el PP en las elecciones del pasado mayo para el Ayuntamiento de Madrid. Así se indica en el informe que el abogado personado en la causa en nombre de Izquierda Unida, Juan Francisco Pla, ha elevado a la presidencia colectiva de esa coalición.

La falsificación de la rúbrica del médico se cometió en los certificados adjuntos a la solicitud del sufragio por correo. Esos textos explicaban la invalidez del elector que, impedido para tramitar en persona su voto postal, delegaba en el PP para que este partido gestionara. todo.El médico Fernando Vicente ratificó ante el juez los datos publicados por EL PAÍS el pasado 10 de julio, obtenidos siguiendo la pista del voto falso de la religiosa María Ángeles Lumbreras Muñoz, quien ha declarado también ante el juez que ella ignoraba haber votado por correo.

En la documentación de la religiosa figura un certificado médico atribuido a Fernando Vicente Salvador, quien señaló a este diario que su firma "no es ni parecida". En la documentación de ese mismo voto por correo se suplantó asimismo la firma del notario Alberto Ballarín.

Por tanto, alguna persona cometió tres falsedades de documento en un solo sufragio, lo que hace sospechar a la parte acusadora que tales irregularidades se repitieron en otros muchos, puesto que sería absurdo acometer ese arriesgado trabajo para obtener sólo un voto de más.

El médico Fernando Vicente declaró ante el juez que nunca había examinado a la religiosa -que no es inválida ni ha estado impedida-, y que ignoraba que se le hubiese utilizado en la falsificación de votos. La firma de este doctor fue falsificada en varias decenas de tramitaciones, así como, supuestamente, las de los doctores Luis Martínez Hervás y Jesús Fermosell. La mayoría de estos documentos están fechados el 24 y el 25 de abril, lo que, de ser auténticos, implicaría que tales días estos médicos apenas pudieron hacer otra cosa que visitar a personas impedidas, y aun así, dada la cantidad de votos que se les atribuyen, difícilmente habrían dado abasto.

No eran necesarios

Curiosamente, los certificados médicos presuntamente confeccionados por los gestores del PP no eran necesarios para los comicios del pasado 26 de mayo (aunque sí para otros anteriores), puesto que un decreto con fecha 5 de abril interpretó que bastaba con la firma del interesado y la legitimación del notario. Los certif icados que figuran en la documentación llevan fechas de últimos de abril, como si alguien se hubiese apercibido a partir de esa fecha de que realmente no hacían falta.Con todo ello, a juicio de Izquierda Unida, las falsificaciones de firmas de los médicos no son importantes en sí mismas para la validez de los votos, sino como circunstancia que refuerza la sospecha de que en el PP se montó una verdadera maquinaria de falsificaciones.

El informe de Juan Francisco Pla señala, por otro lado, que ya han testificado dirigentes del partido y varios electores. Los dirigentes del PP son José Antonio Ramírez de Castro y el concejal madrileño Ángel Larroca. También ha declarado Pilar Buso Borus, jefa de la asesoría jurídica del PP. Los apoderados -supuestos representantes de los electores- llamados ante el juez fueron Antonia Astudillo, Ricardo Hurtado, Cayetano Mesa y María Asunción de la Peña.

La declaración del concejal Larroca, según el informe del letrado, se dirigió a cargar la responsabilidad de lo ocurrido a estos apoderados, exculpando a los dirigentes del partido. Sobre las irregularidades en los trámites del voto por correo, el abogado de IU explica que fueron iguales en las distintas sedes del PP en Madrid, por lo que "cabe presumir que en toda la Comunidad, y posiblemente en toda España, se actuaba de acuerdo a un mismo criterio".

Entre las próximas actuaciones judiciales previstas en este caso figura la declaración de los hermanos Juste Ballesta, cuyos votos fueron falsificados. Uno de ellos era presidente de una mesa electoral y vio con estupor cómo le llegaba su propio voto por correo, que él no había emitido. Después observó que aparecía también el sufragio de su hermano, quien, como él, pensaba abstenerse y no había hecho trámite alguno. Los dos votos fueron remitidos desde la sede del PP, y en ambos figura como apoderada María Asunción de la Peña.

Pablo Juste, el presidente de la mesa electoral, levantó acta de la irregularidad y la remitió a la Junta Electoral, que, a su vez, puso el caso en manos del juzgado.

Este hecho proporcionó una importante vía de investigación, puesto que en la documentación de ese sufragio -que Correos está obligado a conservar- apareció una firma del notario Alberto Ballarín a todas luces sospechosa. Ballarín ya ha declarado al juez, tras examinar la documentación, que su rúbrica fue falsificada en más de 3.000 votos.