La disputada herencia del rey del 'reggae'
Una sentencia del Supremo jamaicano pone fin a 10 años de lucha por el legado de Bob Marley
Bob Marley subió al cielo de los rastafaris sin testamento. Pero dejó en la tierra una viuda, seis amantes, 11 hijos, una madre, una banda de músicos descontentos y dos ávidos ex representantes que han estado peleando entre sí durante 10 años para hacerse con los beneficios de la fortuna del rey del reggae.El lunes, el Tribunal Supremo de Jamaica terminó con las disputas. La herencia de Marley, que comprende bienes por valor de 30 millones de dólares (unos 3.000 millones de pesetas) pasará a manos de su familia: su madre, Cedella Booker, su esposa Rita y sus 11 hijos (cuatro de su matrimonio con Rita y otros siete fruto de distintas relaciones amorosas). Determinar el número de vástagos de Marley ha supuesto una exhaustiva labor de criba entre decenas de mujeres que aseguraban ser las madres de un pequeño y genuino Marley.
La sentencia del juez Clarence Míalker adjudica los derechos de autor y explotación de la obra musical de Bob Marley por 11,5 rnillones de dólares (unos 1.150 millones de pesetas) a la pequeña compañía discográfica Island Logic Records, en la que Marley grabó todos sus éxitos. Chris Blackwell, director de Island Logic, ha ganado la partida a la poderosa compañía discográfica japonesa MCA Inc., que había ofrecido 15 millones de dólares por hacerse con las canciones de Marley. Según el juez, pese a que la oferta de la MCA era mayor, la compañía japonesa no garantizaba suficientemente el pago.
Lo cierto es que Blackwell, que se proclama amigo del difunto artista, contaba con el apoyo de la familia Marley para hacerse con las canciones del cabeza de fan-iilia. Sin embargo, esta alianza es reciente. En realidad, Island Logic ya compró los derechos de la obra de Marley en 1988 por algo más de ocho millones de dólares, pero Rita Marley y Cedella Booker paralizaron la operación por considerar que se había realizado sin consultarlas suficientemente. En aquellos momentos, los derechos de las canciones del que fuera uno de los mejores rnúsilcos de la década de los setentaestaban a la venta para paliar los efectos de la desastrosa adnÚnistración que había realizado Rita Marley entre 1981 y 1986. La esposa de Marley se había constituido en albacea de los bienes de su marido falsificando la firma de Marley y obligando con malas artes a los músicos de la banda de su marido, los míticos Wailers, a aceptar distintas cantidades de dinero por renunciar a su parte en los beneficios.
Bob Marley murió de cáncer en 1981 y pasó a convertirse en parte de la conciencia colectiva del pueblo jamaicano. Vivió conforme a los preceptos de la religión rastafari: culto a Jah, reencarnado en Ras Tafari Makkonen, coronado como emperador de Etiopía en 1930 con el nombre de Haile Selassie; dieta vegetariana, nada de alcohol y mucha marihuana.
La muerte del hombre que cantaba "Un solo amor, un solo corazón. Unámonos todos y seamos felices" abrió uno de los pleitos sucesorios más largos y complicados de todos los tiempos. Su madre asegura que, poco antes de morir, el rey del reggae preguntó pensativo: "Hey, mamá, ¿qué es un testamento?'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.