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Muere una anciana al arder su casa en Madrid

Juan Antonio Carbajo

Una anciana murió en el incendio que en la tarde de ayer se declaró en su vivienda, en la calle de Ercilla, en el distrito de Arganzuela. Encarnación Manzanares Palomero, de unos 80 años, era viuda y vendía flores en el barrio de Lavapiés, según los vecinos. Su hijo, Sebastián Fernández, fue evacuado por miembros de la Cruz Roja a un hospital, afectado por un choque nervioso y la intoxicación que le produjo el humo del incendio al intentar rescatar a la madre, con quien vivía. Los bomberos desconocían anoche las causas del siniestro, que destruyó totalmente la vivienda de la anciana.

Los bomberos, que trabajaron durante una hora para sofocar el incendio, indicaron que el fuego destruyó totalmente la vivienda, el 60, lo interior del inmueble, donde viven 54 familias. Los casquetes del techo cayeron sobre el cuerpo de la anciana y por el hueco del ascensor. Miembros de la Cruz Roja afirmaron a Efe que desconocían si la mujer, encontrada por los servicios de rescate en el salón, murió por la explosión, a causa del humo o como consecuencia de los cascotes que cayeron sobre ella.Sobre las 6.30 de la tarde se oyeron dos explosiones en toda la calle Ercilla. Los vecinos del inmueble notaron un corte en la luz. Las explosiones se oyeron también en un bar cercano a la casa en la que se produjo el incendio, en el número 19 de la misma calle, cerca de la Glorieta de Embajadores. Sebastián, el hijo de Encarnación, se encontraba allí y el camarero le comentó: "Parece que hay un incendio. ¿No será en tu casa?" Cuando el hombre, que vivía con su madre, acudió a la vivienda, sufrió un choque nervioso y fue evacuado al hospital Doce de Octubre, según fuentes de Cruz Roja. Los bomberos acudieron unos 20 minutos después de declararse el fuego y todos los vecinos dela 6ª planta fueron evacuados.

Encarnación era viuda desde hace más de 20 años, según sus vecinos, y se dedicaba a vender flores en el barrio de Lavapiés. La mujer se movía con dificultad y tenía problemas de visión, "sólo te reconocía por la voz", comentaba ayer uno de los inquilinos de la casa.

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