Los Gobiernos islámicos no quieren perdonar a Irak la invasión de Kuwait

Los ministros de los Gobiernos islámicos reunidos en Dakar para preparar la cumbre de jefes de Estado de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) parecen no estar dispuestos a perdonar la agresión que Irak perpetró contra Kuwait.

Un frente de rechazo, impulsado por Kuwait, hacia el Gobierno de Bagdad, se configuró en la apertura de los trabajos preparatorios, a la que asistieron una treintena de ministros de Asuntos Exteriores, y en la que no estuvo la delegación iraquí.El Palacio de Congresos del rey Fahd, un lujoso escenario financiado por Arabia Saudí, se convirtió el jueves en un púlpito desde el que se pronunciaron duros ataques contra Irak. Empezaban así a naufragar las esperanzas albergadas por los que creían que esta cumbre, la primera gran reunión musulmana celebrada tras la guerra del Golfo, podría ser la de una amplia reconciliación dentro del mundo arabe e islámico.

Como una premonición de la tempestad, el Gobierno de Irak había anunciado en las horas anteriores a esta sesión su decisión de no asistir, por considerar que la cumbre estaba organizada por Arabia Saudí y "sus vasallos" para sancionar al Gobierno de Bagdad. La mesa destinada a la representación iraquí apareció vacía.

Durante la mayor parte de la sesión de apertura apareció también vacía la mesa de la delegación mauritana, uno de los más fieles aliados de Irak. A última hora, y cuando concluían los trabajos de la sesión, apareció por fin el ministro de Exteriores de Nuakchot, desoyendo la llamada al boicoteo efectuada por el presidente Sadam Husein.

Tragedia humana

El secretario general de la OCI, Hamid Algabid, intentó suavizar las críticas a Bagdad desatadas por el ministro de Exteriores de Kuwait y actual presidente de la conferencia ministerial de la organización islámica, Salem Sabaj al Salem al Sabaj. Fue el primer discurso que se pronunciaba y supuso una dura condena del régimen de Sadam por las violaciones de los derechos humanos, los secuestros y los atentados cometidos tras la invasión del emirato. Al Sabaj hizo un llamamiento a la comunidad islámica a cerrar filas para contener al Gobierno iraquí y poner fin a la tragedia humana que desató la ocupación.Por su parte, Algabid propuso a los reunidos poner en marcha mecanismos que permitan salvaguardar la paz en el mundo islámico, evitando tragedias como las de Irak y Kuwait y anunció que propondría a los países de la OCI que firmen un pacto ético, de buena vencidad, de respeto mutuo y de solidaridad.

Cuando el círculo contra Irak parecía cerrado, tomó la palabra el representante del Gobierno de Malí, Tieble Drame, quien pidió a los reunidos que trataran de convertir a esta sexta cumbre en una sesión de reconciliación y solidaridad entre todos los presentes. Con énfasis el ministro repitió su mensaje, primero en inglés y después en francés, "para que todo el mundo lo entienda".

Mientras, se preparaba el orden de la cumbre de jefes de Estado islámicos que se celebrará del 9 al 12 de diciembre.