El sindicato de carabineros italiano apoya a Cossiga y critica la política antimafia
El Cocer, sindicato de los carabineros italianos introdujo un toque de tensión militar en la crisis política italiana al hacer público el miércoles un comunicado en el que, con el pretexto de solidarizarse con el polémico presidente de la República, Francesco Cossiga, critica recientes reformas de la lucha antimafia y de la política de defensa que reducen la autonomía del arma.La protesta del sindicato de los carabineros, fuerza equivalente a la Guardia Civil española, coincide, con la dimisión de Pietro Giannasttasio, presidente del Consejo de las Fuerzas Armadas, quien considera que ese organismo no fue escuchado por el Gobierno para el nuevo modelo de defensa.
El comunicado ha sido rechazado por todas las fuerzas políticas, incluida la Liga Lombarda con la única excepción de Gianfranco Fini, líder del antifascista MSI.
También lo han condenado el ministro de Defensa, Virgilio Rognoni, que el mismo miércoles anunció la apertura de un expediente disciplinario; el comandante de los carabineros, Antonio Viesti, y el propio Cossiga, que ayer hubo de renunciar a presidir la inauguración del curso de la Academia de los Carabineros. En lugar de hacerlo, envió un mensaje en el que, sin embargo, destaca los problemas del arma y denuncia "las infames especulaciones políticas" de quienes han utilizado el incidente para "formular sospechas sobre la fidelidad del arma a la República".
El periodo preelectoral y lleno de tensiones institucionales que vive Italia explica el revuelo que el comunicado de los carabineros suscitó ayer, precisamente cuando el presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, se dirigía a la Cámara para explicar la posición del Gabinete en el conflicto de Cossiga con los jueces.
Andreotti defendió la actitud del presidente de la República y la conveniencia de que el Parlamento se ocupe de reglamentar las facultades que le corresponden para fijar la agenda de trabajo del Consejo Superior de la Magistratura. Achille Occhetto, que busca la incapacitación del presidente por atentado a la Constitución y que recientemente fue amenazado por éste con supuestos informes sobre actividades de espionaje de su partido, el PDS, en favor de la antigua Unión Soviética, criticó las explicaciones de Andreotti como "burocráticas".
La intervención del presidente ante los diputados mereció, en cambio, todo el apoyo del portavoz socialista, Salvo Ando. Esto parece confirmar un acuerdo entre Andreotti, Cossiga y el líder del PSI, Craxi, para convocar elecciones para marzo, en cuanto se apruebe la Ley de Presupuestos, mediante una moción de confianza al Gobierno, procedimiento que se está convirtiendo en habitual en Italia. Craxi sugirió el miércoles en Bruselas que se considera el candidato natural para presidir el Gobierno tras las elecciones.
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