Tibio apoyo del Gobierno a García Valverde ante su comparecencia de hoy en el Congreso

El ministro de Sanidad, Julián García Valverde, explicará hoy ante la Comisión de Industria del Congreso su versión sobre la compra de terrenos por parte de Renfe cuando el hoy ministro era presidente de la empresa ferroviaria. García Valverde acude al Parlamento en una situación de debilidad y en su comparecencia se juega, en buena medida, su permanencia en el Ejecutivo. Los habituales cierres de filas que se han producido cuando otros escándalos han salpicado a dirigentes socialistas no han tenido lugar en esta ocasión. Los compañeros de Gabinete de García Valverde reconocen en privado que su permanencia es "complicada", y en público se limitan a un tibio y genérico apoyo a su gestión y a resaltar la necesidad de que sea oído.

El ministro tampoco obtuvo ayer el apoyo del presidente del Gobierno, Felipe González, que, durante una rueda de prensa celebrada en Jerusalén, se negó rotundamente a entrar en ese tema ni en ningún otro que tuviera que ver con la política nacional.Sin embargo, García Valverde -que ayer se entrevistó en La Moncloa con el vicepresidente Narcía Serra y que intentó, sin éxito, que su comparecencia parlamentaria de hoy fuera trasmitida en directo por Televisión Española (TVE)afirmaba que se sentía absolutamente respaldado por el Gobierno.

Cinco ministros se pronunciaron ayer sobre el caso. El titular de Defensa, Julián García Vargas, antecesor de García Valverde en Sanidad, comentó que una posible dimisión "debe ser una decisión personal". A continuación añadió: "Por la información de la que dispongo, el señor García Valverde no ha incurrido en ilegalidad. Otra cosa distinta es que se quiera juzgar políticamente su gestión".

El titular de Educación, Javier Solana, señaló: "Alguien que está haciendo las cosas bien, no tiene porque dimitir a no ser que tenga razones personales". El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, se limitó a comentar que esperaba las explicaciones que hoy ofrecerá su compañero de Gabinete García Valverde en el Congreso.

Virgillo Zapatero, ministro para las Relaciones con las Cortes, dijo en los pasillos del Congreso que, "desde el primer momento y por los datos que obran en poder del Gobierno, siempre pensé que la actuación [de García Valverde al frente de Renfe] fue correcta", y añadió que su dimisión "carecería de fundamento". Por último, Pedro Solbes, de Agricultura, se limitó a comentar que no le constaban diferencias en el seno del Gobierno sobre la continuidad de García Valverde.

Permanencia "complicada"

La distinción entre lo ilegal y lo políticamente reprobable es mencionada con profusión tanto en el PSOE como en el,propio Gobierno, para concluir que su permanencia como miembro del Gabinete es "complicada". Las opiniones que se conocían ayer procedían de distintos ministros y del PSOE y casi todos consideraron muy probable que, a medio plazo, García Valverde se viera obligado a presentar su dimisión, o mejor dicho, que el presidente del Gobierno, Felipe González, se la pidiera.

Las declaraciones del ex ministro de Transportes, José Barrionuevo, y las actitudes de distanciamiento que se atribuyen al nuevo titular de ese departamento, José Borrell, se inscriben, según dirigentes del PSOE, en su propio enfrentamiento y en la rivalidad entre ministros, no tanto en contra de García Valverde, sino de su mentor, Carlos Solchaga.

Hay que añadir que el sector del PSOE perteneciente al área de Sanidad proclama su malestar con este ministro y sacan a colación que tampoco en su etapa de presidente de Renfe se le consideró un buen gestor desde la perspectiva de partido. Así, personas próximas al entorno del ministro no dudan en atribuir la situación a la que se enfrenta García Valverde a una maniobra orquestada desde el llamado clan de Chamartín y en la que tendrían un papel predominante, además de los citados Barrionuevo y Borrell, el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.

Altos cargos del ministerio de Sanidad daban ayer por hecha la dimisión o relevo de García Valverde al frente de ese departamento y llegaron incluso a situar la comparecencia hoy del ministro en el Congreso como "el mejor momento para hacerlo público". En todo caso, la solución no debería retrasarse, a su juicio, más de una semana si se quiere evitar que el "escándalo de Renfe" paralice demasiado tiempo la reforma del sistema sanitario, informa

En esta situación el Partido Popular, el CDS e Izquierda Unida se aprestan a preparar iniciativas parlamentarias que en el caso del Grupo Popular podían concluir con la petición de una comisión de investigación, no sólo para Renfe sino para las demás presuntas irregularidades". En esa comisión se trataría de analizar la compra de terrenos, el fraude del IVA y las comisiones recibidas por el socialista Fermín López de la empresa Uribitarte.

El portavoz del CDS, José Ramón Caso, recordó que su partido ya ha pedido una comisión sobre Renfe y están a la espera de las explicaciones que hoy pueda dar García Valverde. Caso señaló que en el fondo llsubyacen prácticas abusivas, aunque lo más importante", dijo, "es aclarar las ramificaciones del fraude de las facturas del IVA". Por su parte, el portavoz popular, Rodrigo Rato, señaló que "es imprescindible aclarar lo que ha ocurrido en los gobiernos del PSOE desde hace 10 años, desde Rumasa hasta Renfe". El presidente del Partido Popular, José María Aznar, mostró ayer en Sevilla su "preocupación por el grado de deterioro político" en el país, en relación con los casos judiciales emprendidos por delitos de corrupción, informa Juan Méndez. Aznar indicó que "el nivel de deterioro es muy preocupante" y que "España no puede vivir en un escándalo permanente".

Antecedentes

García Valverde comparece hoy ante la comisión de Industria del Ciongreso tras las informaciones sobre las compras de terrenos efectuadas por Renfe cuando el hoy ministro presidía la compañía. En aquella época, primeros meses de 1990, García Valverde, sin conocimiento del consejo de administración de la compañía pública, autorizó anticipos de tesorería por un importe total de 1.800 millones, de pesetas a su filial Equidesa para que fuera ésta la que llevara a cabo la operación. Distintas sociedades instrumentales algunas de ellas implicadas en el fraude del IVA descubierto recientemente, habían adquirido poco antes los mismos terrenos por la tercera parte de lo que pagó Renfe. Varios de los socios de esas sociedades están en estos momentos encarcelados por su presunta relación con la emisión de facturas falsas.