Jacques Delors manifiesta que la cohesion económica y social es uno de los pilares dela construcción europea
La cohesión económica y social es "uno de los pilares de la construcción'europea", manifestó ayer en Bruselas el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors. Sin embargo, "yo no soy el que lleva el barco ni el jefe [de la CE]", precisó en referencia a las propuestas que hoy votará y hará públicas la Comisión. El primer ministro Aníbal Cavaco Silva, de visita oficial para preparar el próximo semestre de presidencia portuguesa de la CE, manifestó que, para Portugal, "la cohesión es muy importante y la cumbre de Maastricht tiene que alcanzar un compromiso que la incluya".Delors insistió en que la capacidad de la Comisión se limita a hacer propuestas y "ahora ha llegado el momento de intentar acercar las postura?. Si el Consejo Europeo acepta en Maastricht las propuestas del Ejecutivo de la CE, éstas "podrán satisfacer a los países que las plantean". Entre los beneficiarios, además de España, figuran Portugal, Grecia e Irlanda.
La propuesta que la Comisión eleva a la cumbre supone un respaldo político a las reclamaciones españolas y debilita el frente de los países que tienen que correr con los gastos. Por un lado, dar satisfacción a España significa despejar una posibilidad de bloqueo y reducir la negociación del paquete global prácticamente a los vetos británicos. Vista así la cumbre, el compromiso versará sobre el grado de ambición de la unión política y monetaria.
Por otra parte, la ampliación a los cinco lander de la ex RDA de los beneficios de la cohesión, sitúa del lado de los países pobres a Alemania. La oposición se centrará en el Reino Unido, Francia y Holanda, aunque tampoco Bélgica y Luxemburgo ven con agrado aumentar sus pagos a la Comunidad. Italia, principal beneficiario histórico de la CE, aunque se verá excluida de mayores ventajas para el futuro, no puede moralmente situarse en contra.
La propuesta de la Comisión incluye introducir un quinto recurso en base al principio de progresividad relativa y duplicar de nuevo los fondos en el período 1993-97. Los países más pobres podrán recibir un mayor porcentaje de cofinanciación comunitaria. Además, se creará un fondo de convergencia para financiar, con carácter estatal y no regional, proyectos comunitarios de grandes redes y medioambiente, así como parte del ajuste para adaptarse a la unión monetaria.
La presidencia que, por primera vez desde su ingreso en la CE, asumirá Portugal el próximo semestre será la encargada de revisar las perspectivas financieras, incluidos los fondos y la reforma de la política agrícola.
