"Estuve tres meses en el sótano a la luz de una vela"
Los civiles que sobrevivieron físicamente el infierno de Vukovar intentan acostumbrarse a la luz del día. "Estuve tres meses en el butano. La única luz fue la de una vela. Estábamos apiñados más de 10 vecinos, serbios y croatas, mujeres y niños cuenta Mila, una joven inexpresiva con cinco meses de embarazo. "No sé dónde está mi marido ni dónde están mis padres. Ahora me llevan no sé adónde".Los civiles que permanecieron en Vukovar perdieron contacto entre sí hace dos meses, cuando fue imposible salir del sótano. Muchos vivieron otro choque cuando salieron al exterior y vieron el esqueleto de la ciudad. En la oscuridad de los refugios perdieron la. noción del tiempo, del día y de la noche.
A medida que avanzaba la lucha en Vukovar, los hombres en edad de combate no pudieron quedarse en los sótanos. Tuvieron que escoger un, bando. "Sólo así pude sobrevivir", cuenta Branko, serbio de Vukovar que estuvo un mes en el refugio junto con su mujer y su hijo. Un pariente le convenció de que saliera y se uniera al Ejército.
Frente a la fábrica Borovo, en las afueras de Vukovar, un complejo industrial donde trabajaban más de 4.000 personas, más de 2.000 civiles buscaron refugio junto a las fuerzas croatas. Cuando la fábrica se rindió, las mujeres, niños y ancianos, muchos en camilla y medio muertos, se dirigieron hacia el centro de refugiados. Los hombres fueron llevados al interrogatorio. ¿Cómo distinguir entre quién luchó y quién no se ha ensagrentado las manos?.Fusilamos a unos 80 extremistas rendidos" cuenta un voluntario serbio de Arandjelovac. "La gente nos señaló inmediatamente a los que habían matado a personal civil y les fusilamos de un tiro. Yo estuve presente" agrega.
La agencia Reuter rectificó ayer la información difundida el miércoles según la cual el fotógrafo yugoslavo Goran Mikic declaró haber contado los cadáveres de 41 niños en las proximidades de Vukovar. Mikic se retractó ante la misma agencia de sus afirmaciones anteriores.
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