Las centrales europeas pedirán a los parlamentos que rechacen un tratado sin avances en la Carta Social

El líder de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Emilio Gabaglio, salió ayer con un moderado optimismo de su encuentro con el presidente de] Gobierno español, Felipe González, y confía en que España defienda la cohesión social comunitaria en la próxima cumbre de Maastricht (Holanda). Los dirigentes de UGT, CC OO y ELA-STV, en cambio, son más escépticos y sospechan que el Ejecutivo se conformará con reclamar la cohesión económica entre regiones ricas y pobres. En el caso de que no se impulse la Carta Social, la CES pedirá a los parlamentos europeos que no ratifiquen la reforma del Tratado.

Emilio Gabaglio, secretario general de la CES, fue muy prudente a la hora de precisar en qué Gobiernos confía para la defensa de los derechos sociales de los trabajadores europeos. Tras haberse entrevistado con los Ejecutivos de Italia, Alemania, Irlanda y España, cree que .habrá pocos avances en la cumbre de Maastricht, pese a que todos han sido muy receptivos a las cinco demandas de la CES. Con Felipe González no hubo ningún compromiso más firme, pero Gabaglio sacó "la impresión de que hoy [en su encuentro de ayer con González] la CES ha dado un paso adelante".Los líderes sindicales españoles son más pesimistas y el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, afirmó que el Gobierno González "debería decir claramente estoy de, acuerdo con estas directivas y no crear confusiones con posturas de otros gobiernos como el británico". El máximo dirigente de CC OO, Antonio Gutiérrez, cree que con el apoyo a la cohesión económica no es suficiente y el líder de ELA-STV, José Elorrieta, espera que los avances en esa cohesión económica no condicionen el abandono de las demandas sociales.

En el encuentro celebrado ayer en la Moncloa no se abordaron problemas nacionales ni la Iniciativa Sindical de Progreso, que ha sido enviada ya al Gobierno. Los responsables de la CES y de las tres centrales españolas dedicaron las dos horas y media que duró la entrevista a exponer a Felipe González y al ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, los cinco puntos que, a juicio de la confederación europea, permitirán la plena integración de la dimensión social en el nuevo Tratado de la CE.

Esas cinco demandas son: que los asuntos sociales se decidan por mayoría y no por unanimidad; ampliar las competencias comunitarias en cuestiones laborales; dar más poder de codecisión al Parlamento Europeo frente a los gobiernos; los fondos estructurales no bastan para lograr la cohesión y todas las políticas deben tener ese objetivo; y que figuren en el nuevo Tratado los puntos básicos de la Carta Social aprobada hace dos años.

Precisamente para mostrar su apoyo a esas demandas hoy tendrá lugar una asamblea conjunta de delegados de UGT y CC OO en la que participará el dirigente de la CES. Gabaglio, quien antes de la cumbre de Maastricht completará la ronda de entrevistas con los 12 gobiernos comunitarios, advirtió ayer que, si ahora no hay avances en la construcción de la Europa social, "la CES no se va a sentar a esperar cinco o diez años otra reforma del Tratado" e iniciará acciones como la petición a los Parlamentos para que no apoyen esa reforma.