60.000 licencias de obra están bloqueadas
Unas 60.000 licencias de obra, construcción o apertura están bloqueadas, algunas desde hace tres años, en el Ayuntamiento. Urbanismo prepara una nueva normativa que simplifique una tramitación "excesiva y poco flexible", y de paso acabar con la desproporción entre los 250 ténicos que chequean exhaustivamente los proyectos y los 15 que luego comprueban si la construcción responde realmente a lo exigido. En el futuro bastará la firma de un profesional para conseguir la licencia.
Hasta en Japón se han enterado de los planes del concejal de Urbanismo, José Ignacio Echeverría. El Ayuntamiento ha remitido cartas, que han llegado incluso al lejano Oriente, para que particulares que pidieron una licencia, algunos hace tres años, supieran que la normativa se va a simplificar y que podrían obtener pronto una respuesta favorable a su petición.Entre las 21 juntas de distrito y la Gerencia Municipal de Urbanismo hay 60.000 expedientes, la mayoría de licencias de actividades, pendientes de tramitación. La acumulación se ha producido, según el Ayuntamiento, por la descoordinación entre las 22 dependencias municipales sobre la documentación a exigir, "los excesivos" requisitos que se establecen en las ordenanzas aprobadas en abril de 1989 (hasta 16 para abrir un negocio) y la "excesiva rigidez" del Plan General de Urbanismo.
"La documentación que demanda el Ayuntamiento supera sus propias competencias", explica el gerente de Urbanismo Pedro Areitio. "El Ayuntamiento debe establecer lo usos, cuidar de que las actividades no molesten a los vecinos y velar para que se cumpla la normativa de seguridad", explica. "Nada más".
"Excesiva rigidez"
En una de las muchas licencias que están bloqueadas, un técnico exige a una peluquería un visado de un ingeniero industrial para instalar un aparato de aire acondicionado. "El Ayuntamiento puede impedir que un ascensor se instale en la fachada, pero no nos podemos meter en determinar qué motor debe tener", afirma Areitio. "Y se están produciendo muchas disfunciones".Urbanismo pretende acabar con la "excesiva rigidez" creando una comisión, que coordine los criterios de tramitación y unifique las distintas interpretaciones de la normativa entre todos los organismos municipales encargados de dar las licencias.
Además, el Ayuntamiento prepara una modificación de las ordenanzas según la cual bastaría la firma de un profesional colegiado para que el Ayuntamiento dé el visto bueno a un proyecto. "No podemos tener a 50 aparejadores midiendo una y otra vez los planos de los proyectos cuando ya están firmados por un profesional", afirma Areitio.
Esta modificación en la ordenanza, que podría acortar los plazos de concesión de ocho meses a tres, implicaría que la responsabilidad última en el que caso de que se produzca alguna anomalía recaerá en el arquitecto que avala el proyecto y no en el Ayuntamiento, como hasta ahora. Por ello, la Concejalía de Urbanismo va a solicitar la colaboración de los colegios profesionales.
Gerencia considera que este cambio permitiría liberar de trabajo al equipo de técnicos municipales que se encargan de chequear planos e incidir más en las inspecciones y la disciplina urbanística.
"Existe una enorme desproporción entre el equipo de 250 personas que estudian las licencias pedidas y las 15 que se dedican a comprobar que lo que se construye se ajusta a lo aprobado", opina Areitio. "Se están chequeando los planos de forma exhaustiva, lo que alarga el tiempo de concesión de la licencia, y luego apenas se comprueba lo que se ha hecho".
El Ayuntamiento considera que la nueva normativa estará lista para ser aprobada por el pleno en un plazo de dos meses y que puede entrar en vigor a partir de febrero. Hasta entonces, Urbanismo intentará dar salida a la mayor parte de los expedientes acumulados, aun que no todos podrán agilizarse.
Policía urbanística
"Hay licencias bloqueadas por culpa de la excesiva rigidez del Plan General de Urbanismo, que está planteando muchos problemas gestión", asegura el gerente de Urbanismo. "Hay propuestas de sentido común que no se pueden aprobar sin modificar el plan, lo que no se hace en menos de un año. Por ejemplo, para que una cooperativa de deportistas instale un gimnasio en su edifico. El planeamiento actual es muy lento para resolver problemas".Urbanismo, además, reivindica una unidad especial de la Policía Municipal para luchar contra las infracciones urbanísticas. "Los técnicos no pueden impedir que alguien levante un chalé en suelo rústico o que se vuelvan a instalar chabolas en sitios donde se han levantado para hacer una carretera".
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