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LOS ANCIANOS EN LA REGIÓN

"Papá, tú no"

Los padres de los políticos madrileños jamás han pisado una residencia de ancianos

Francisco Peregil

F. P., Algunos políticos no lo harán nunca. No llevarán a sus padres a una residencia porque reconocen que disponen de dinero para evitarlo. Otros creen que son sitios dignos y adecuados, pero no tanto como la casa de un hijo. Los menos aseguran que no tendrían inconveniente. "¿Por qué no? Vivo solo y se orginarían dificultades de convivencia", alegó más de uno. De cualquier forma, ninguno de los padres de los hombres que gobiernan la región y la capital de España ha ingresado, de momento, en un asilo. La mayoría envejece en los pueblos donde criaron a sus vástagos.

Aunque aseguran que nunca se desprenderían de sus progenitores, en realidad son muy pocos los que habitan con ellos. La mayoría viven solos o con alguna hermana del político. No obstante, son las madres las que han vivido lo suficiente para ver a sus descendientes en el poder. Los padres, en su mayor parte, han fallecido.Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid. "Mi madre vive sola en la calle de Ferraz. El día que ella quiera, mis hermanas la recogerían. Pero es que no hay manera de convencerla para que deje de vivir sola. No obstante, pasa temporadas con mis hermanas.

Juan Barranco, portavoz del PSOE municipal. "Mis padres vivieron conmigo en Vallecas hasta que murieron. Personalmente, me opongo de forma absoluta a desprenderse uno de sus padres".

Ángel Matanzo, concejal del distrito de Centro. "Mi madre vive con una hermana mía. Si no hubiese más remedio, viviría conmigo antes que llevarla a una residencia".

Francisco Herrera, portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento. Mi madre vive sola, y me coge los recados. Así tiene la impresión de que aún les es útil a sus hijos. La solución el día de mañana será la asistencia a domicilio".

Enrique Villoria, concejal de Obras. "Mi madre vive con un hermano suyo. Yo tengo tres hijas, y si hiciera falta, una de ellas tendría que vivir con su abuela. Esa sería la solución adecuada".

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Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid. Su padre, de 78 años, está casado y vive en Santander. Llegado el caso, Leguina reconoce que no le gustaría que ingresara en una residencia.

Jaime Lisavetzki, consejero de Educación y Cultura. Su madre, de 67 años, vive con su hermana. "Haría lo que ella quisiera. No tengo prejuicios contra las residencias, pero siempre actuaría según sus deseos".

Pedro Sabando, consejero de Salud. El reumatólogo de prestigio médico reconocido, casado y con dos hijos, vive con su madre, de 90 años. "Ella padece muchas enfermedades y yo la cuido personalmente. No la llevaría a ningún sitio, porque nadie la atenderá mejor que yo".

Julián Revenga, consejero de Transporte. "Ellos tienen setenta y pocos años y la suerte de vivir en un pueblo pequeño, con muchos ancianos, con lo cual es como si vivieran en una residencia. No obstante, si falleciese uno, no habría dificultad en que el otro fuera a un asilo".

Ramón Espinar, consejero de Hacienda. Su padres, de 67 y 62 años, viven solos. Su respuesta fue la más propia de un político: "No voy a hacer yo de padres de ellos. Si ellos quieren, que elijan, llegado el caso".

Teófilo Serrano, portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea. "Ellos nacieron antes de la guerra. En casa somos bastantes como para que hubiera que trasladarlos a esos sitios".

Virgilio Cano, consejero de Cooperación. "Mi padre se moriría antes de entrar en una residencia. Somos de pueblo, ellos viven en Villanueva de las Infantas, en Ciudad Real, y no creo que nunca vaya a ser necesario que salgan de su casa. Allí hay muchos ancianos que se cuidan los unos a los otros".

Isabel Villalonga, portavoz de IU en la Comunidad. "Mi madre tiene 63 años y vive con mi hermana. Pasa el año entre Madrid y Extremadura, que es de donde somos. No la llevaría a un asilo por nada del mundo. Tal vez pueda parecer contradictoria con la política de gasto público que propugno, pero en mi caso yo no lo haría".

José Luis Fernández Noriega, consejero de Economía. Su grado de sinceridad fue elevado. "Mis padres tienen 60 años y son jóvenes, autónomos, de momento. Mi abuela, sin embargo, está en un asilo. Yo vivo solo en una casa pequeña. Me crearía problemas que ellos vinieran a vivir allí. Por tanto, no tendría inconveniente en llevarlos a un asilo el día de mañana".

Simón Viñals, concejal de Salud. Sus padres pasan de los ochenta años y viven solos. "En mi casa no hay espacio, pero casi lo pintaría si quisieran venirse. Ellos me aguantaron cuando yo era niño, y yo tengo que hacer lo mismo con ellos en su vejez. No obstante, hay algunas residencias en la Comunidad que son como hoteles, donde no me importaría llevarlos".

Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente y tercer teniente de alcalde. "Si se enteran mis padres que les llamo ancianos me pegan, porque tienen poco más de 60 años. De cualquier forma, no tengo prejuicios contra las residencias. Preferiría que se quedaran en casa, pero si no hubiera más remedio, no son una mala solución".

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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