Las triquiñuelas del presidente

Que Francia se hunde poco a poco en una crisis política, económica y moral, cuya amplitud no hemos terminado de medir, es una realidad de la que Mitterrand se ha dado cuenta, aparentemente, cuando decidió dirigirse a los franceses. Los sondeos le colocan hoy en su punto más bajo. (...) Y frente a todos estos desafíos, Mitterrand no ha encontrado nada mejor que impulsar el debate sobre las instituciones. Se tienen los designios que se pueden.Ciertamente, la Constitución de la V República necesita algunas reformas y es tiempo de acabar con este anacronismo francés que hace rimar demasiado a menudo, y bajo todos los regímenes, presidencialismo con monarquismo. (...) El jefe del Estado ha estado muy inspirado al retomar algunas de las propuestas formuladas por los jefes de fila de la oposición. Hay un problema. Hoy, la urgencia no es ésa. Y al abrir el tema de la reforma de las instituciones Mitterrand busca, evidentemente, desviar la atención de los franceses hasta la campaña de las elecciones legislativas. Pero esta vez no se dejarán engañar. Es imposible que no vean la triquiñuela del presidente. (...) Toreando con el pico de la muleta, Mitterrand consigue no comprometerse nunca, desorientando al toro. ¿Pero no es la prueba de que el presidente busca hoy más mantenerse en el poder que gobernar Francia?.

, 12 de noviembre