El 'asesino del rayo laser' se ceba en Suecia en los extranjeros

El asesinato del estudiante iraní Jimmy Ranjbar, el pasado viernes, frente a su alojamiento en un barrio céntrico de Estocolmo, ha creado, por los móviles racistas que se le suponen y el uso de un arma altamente precisa, una tensa situación entre los extranjeros residentes en Suecia. La víctima, de 34 años y padre de dos niños, estaba frente al hogar estudiantil donde reside cuando recibió un balazo mortal en la cabeza. El arma utilizada, del calibre 22, está dotada de una mira telescópica con rayo láser que le proporciona al autor del disparo extrema seguridad y selectividad en la elección del lugar del cuerpo que se quiere alcanzar. El hombre del láser llaman la policía y los medios de comunicación al asesino, que ha empleado esta arma en repetidas ocasiones.

Los móviles racistas que se adjudican al crimen se basan en que en pocas semanas y en zonas céntricas de Estocolmo otras cuatro personas, todas ellas de inequívoco aspecto extranjero -pelo y cutis oscuros- fueron blanco de atentados similares, sin que ninguna de ellas muriera. El hecho de que estos atentados coincidan con una creciente actividad de los grupos neonazis en Suecia y con un cambio de actitud en ciertos sectores sociales respecto a los extranjeros ha generalizado la alarma.