Yeltsin declara el estado de emergencia en una república caucásica rebelde
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, declaró ayer el estado de emergencia e impuso el toque de queda en Checheno-Ingushia, una pequeña república musulmana y autónoma en el norte del Cáucaso que trata de independizarse de la Federación Rusa. Controlar la situación en este territorio, habitado por algo menos de 1,5 millones de personas, es para Yeltsin de la mayor importancia, dado su propósito de evitar que Rusia siga un proceso de desintegración similar al que ha sufrido la Unión Soviética tras el golpe de agosto.La noticia fue difundida anoche por el informativo de la televisión rusa, que precisó que el estado de emergencia entrará en vigor hoy y se prolongará un mes. Durante este periodo, las reuniones públicas, las manifestaciones y las huelgas quedan prohibidas en la república caucásica, y las armas serán confiscadas.
La decisión de Yeltsin puede generar enfrentamientos armados, dado el firme control de la situación que los independentistas han logrado en las últimas semanas, fundamentalmente en la capital, Grozni. Nada más conocer la decisión de Yeltsín, el líder independentista de la república, Dzhozar Dudaiev, un ex piloto de bombarderos atómicos de 46 años, dijo que instaría a sus seguidores a lanzar ataques terroristas contra las centrales nucleares rusas, según France Press.
El 27 de octubre pasado se celebraron en la república de Checheno-Ingushia unas elecciones presidenciales y parlamentarias que ganó Dzhozar Dudaiev, un general retirado del Ejército del Aire soviético. "Estas votaciones" dijo entonces, "suponen un gran cambio en la historia del pueblo checheno y son el lógico final de su dificil camino hacia la independencia".
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