Un albañil muere aplastado en una obra ilegal

El albañil Manuel Rueda García, de 55 años, murió ayer en el acto al desplomarse una viga sobre su cabeza cuando trabajaba en sótano de un edificio antiguo en la calle de Cádiz, 6, a escasos metros de la Puerta del Sol. Su compañero de tajo, Francisco Molino Fernández, de 50 años, sufrió heridas graves en el mismo accidente, ocurrido en unas obras que carecían de autorización municipal. El concejal de Centro, Ángel Matanzo, aseguró en el lugar de los hechos que el Ayuntamiento sólo cuenta con cinco técnicos para inspeccionar el centenar de obras irregulares que hay en el distrito.

"Estaba haciendo una chapucilla con dos albañiles contratados", se oyó decir al propietario del edificio, Manuel Sánchez Rodríguez, cuando acudió ayer al lugar de la tragedia. Uno se encuentra ahora en el Instituto Anatómico Forense y otro en el hospital Clínico, con un brazo destrozado.Los vecinos recuerdan que las obras comenzaron en el número 6 de la calle de Cádiz, muy cerca de la de Carretas, hace un par de años. El encargado de un establecimiento de fotografia comentaba ayer que los trabajos se desarrollaron en ese tiempo sin regularidad. "Lo mismo estaban una semana trabajando que desaparecían durante dos meses", relató el comerciante.

Poco a poco, Manuel Sánchez Rodríguez pretendía rehabilitar el interior de un viejo inmueble de tres plantas, desocupado desde hace más de 10 años. Los bajos de la casa, en el mismo lugar donde se registró el accidente, estuvieron ocupados por un obrador de pastelería. El cartel con la inscripción "Viena-Cádiz" aún continúa colgado de la fachada.

El propietario del inmueble había procedido al vaciado del inmueble y estaba excavando "un enorme agujero" con total clandestinidad, según fuentes municipales. Sin embargo, Sánchez Rodríguez se negó a responder cuando fue preguntado si poseía licencia de obras.

Tareas de consolidación

La primera versión facilitada por la policía señala que, alrededor de, las 12.30 de ayer, el desprendimiento de una pared originó la caída de una viga sobre los dos trabajadores, que en ese momento realizaban tareas de consolidación del edificio.

Manuel Rueda García falleció en el acto, al recibir el impacto de la viga sobre su cabeza. Rueda vivía en la barriada madrileña de San Cristóbal de los Ángeles. Su compañero herido, Francisco Molino, es natural de Málaga y reside en Fuenlabrada. Los bomberos que le ayudaron a salir de entre los escombros señalaron que sufría graves lesiones en un brazo.

La masiva llegada de vehículos policiales y sanitarios, así como el despliegue de los bomberos en el lugar del accidente, obligó a cortar el tráfico en la calle de Carretas durante más de una hora.

En los últimos meses, el Ayuntamiento de Madrid -que en ningún momento concedió licencia para los trabajos- había realizado varios requerimientos, al propietario del edificio. Según fuentes municipales, en 1988 se le instó a sanear la fachada.

El 21 de octubre pasado -17 días antes del accidente- el departamento de Edificación Deficiente del Ayuntamiento solicitó a la Junta Municipal de Centro que iniciara las gestiones necesarias para que el propietario autorizara una inspección del inmueble. Técnicos de este departamento sospecharon que el aspecto exterior del edificio encubría unas obras clandestinas cuando estaban, visitando las casas colindantes.

El, presidente de la. Junta de Centro, Ángel Matanzo, se mostró ayer preocupado por la falta de técnicos para la inspección de las irregularidades en las obras del, distrito. "Tenemos localizadas unas cien infracciones urbanísticas, aunque seguro que hay muchas más, y sólo dispongo de cinco técnicos para controlarlas", aseguró.

Precisamente, el concejal de Centro tiene previsto precintar hoy los bajos de un inmueble situado en la calle del Duque de Osuna, donde hace un año falleció un refugiado africano. Según los técnicos municipales, en esa obra ha habido excesos de construcción durante los trabajos de consolidación del edificio.

Representantes del sector de la construcción de los sindicatos UGT y CC OO afirmaron que en lo que va de año, han muerto 41 trabajadores en accidentes laborales. Anteayer, un obrero falleció tras caer al vacío desde un andamio.