Un embrión de poder asambleario

Su modelo de funcionamiento convirtió a la Assemblea de Catalunya en un embrión de poder de base asamblearia, que acabaría entrando en contradicción con su propia ala derecha. Partidos como la Esquerra Democrática de Ramon Trias Fargas, el PSC-Reagrupament de Josep Pallach, la Esquerra Republicana de Heribert Barrera, la Unió Democrática de Anton Cañellas y, a partir de su fundación en 1976, la Convergència Democrática de Jordi Pujol, se opusieron a continuar potenciándola una vez que las elecciones aparecieron en el horizonte. El predominio de la izquierda en general y de los comunistas del PSUC en particular habían convertido la Assemblea de Catalunya en un elemento cada vez más incómodo para los demás partidos.Entre los políticos que no ocultaron su animadversión hacia, la Assemblea destacó el presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas, que exigía un reconocimiento de su autoridad política que la Assemblea y los principales partidos catalanes le negaban. La aceptaban sólo como mero depositario de la legitimidad histórica de la Generalitat.