Utopías
En el artículo de Gabriel Jackson publicado el 23 de octubre, el historiador dice: "Aun a riesgo de sonar completamente utópico debo decir que la economía de mercado debe regirse por algunas normas morales". Esa vergüenza de los intelectuales al plantear lo único que nos puede salvar, el espíritu y la moral, da idea de la dificultad de que algo cambie.En el mismo día en que soportamos una huelga general en Asturias, otra huelga general pasada en Italia y el presidente francés decía a sus compatriotas que no se desanimaran, abandonaran la angustia psicológica, yo le digo al cronista lo que es utópico.
Creer que el Tercer Mundo va a permanecer impasible ante la masacre por hambruna y enfermedades.
Pensar que la URSS saldrá del problema con la escasa ayuda occidental.
Esperar que las grandes tensiones producidas por la inestabilidad económica se solucionen acaparando cada vez más capital en menos manos.
Aguardar que el desastre ecológico se aplace lo suficiente para permitir que se tomen medidas para mitigarlo.
Opinar que el refugio en la fantasía, la palividad y el hedonismo salvarán el futuro de nuestros hijos.
Ésas sí que son utopías, y no la expresión de un cambio absolutamente necesario en nuestro comportamiento.-