La presidencia de la CE flexibiliza sus criterios para la unión monetaria

La propuesta que Holanda presentó la noche del lunes flexibliza su anterior oferta al introducir que los diferenciales de inflación, y tipos de interés deben medirse con respecto a la media de los tres países que estén en mejor situación, y no con el mejor de todos. Holanda propone que al menos siete países de la CE deben reunir las condiciones económicas y aceptar formar parte de la unión monetaria para poner en marcha la tercera fase definitiva de la reforma.Como alternativas a la mayoría simple de siete de los Doce países de la CE, Holanda plantea las opciones de seis u ocho Estados miembros como mínimo exigido para poder crear la moneda única. En caso de que los países que no quieran incorporarse a la. reforma (de momento la excepción prevista apunta sólo al Reino Unido) o los que no reúnan los requisitos exigidos superen ese tope, se retrasaría la fijación de la fecha de la moneda única.

La segunda fase de preparación para la unión monetaria dará comienzo el 1 de enero de 1994. La experiencia de los tres primeros años de ese proceso de cooperación monetaria y de convergencia de las economías de los Doce servirá para concretar a finales del 96 la fecha tentativa en la que el banco central europeo sería el responsable de la política monetaria, se implantaría el control de cambios fijos y se convertiría el ecu en moneda única. Nadie piensa que ese momento pueda producirse antes del año 2000.

Límite máximo

Ningún país podrá ser obligado a participar en la unión económica y monetaria, pero tampoco todos los que lo deseen podrán integrarse si no reúnen las condiciones mínimas. El proyecto holandés incluye dos portocolos sobre los límites máximos de déficit público y los criterios de convergencia económica. En cuanto al déficit, dentro de la unión monetaria ningún país podrá superar el listón del 3% respecto al producto interior bruto, ni tampoco tener una deuda pública acumulada superior al 60% del PIB anual.

La inflación de los miembros de la unión monetaria no debe variar en más de un 1,5 puntos sobre la media de los tres países con mayor estabilidad de precios. Los tipos de interés tampoco pueden ser superiorres en más de dos puntos al baremo marcado por los tres más competitivos en el precio del dinero. Los requisitos para la entrada deben ser todavía objelo de discusión por parte de los ministros de Economía y Finanzas de la CE que el pasado 21 de septiembre acordaron introducir "criterios políticos de flexibilidad" para suavizar la rigidez por la que apuesta Holanda.

El proyecto cuenta con el consenso de los Doce en las grandes líneas maestras, salvo el veto británico a la moneda única.