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La CE amenaza con sancionar a Serbia si no se respeta la paz

La Comunidad Europea (CE) emplazó ayer a Serbia para que el próximo 5 de noviembre, como fecha límite, asuma los puntos esenciales de la propuesta comunitaria para una solución negociada del conflicto yugoslavo. En caso de que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, mantenga sus reservas para un acuerdo "en la perpectiva del reconocimiento de la independencia de las repúblicas que así lo deseen", la conferencia de paz continuará con los representantes de las otras cinco repúblicas. La CE aplicaría sanciones económicas a Serbia.La reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la CE celebrada ayer en Bruselas sirvió para designar por fin los máximos culpables del conflicto yugoslavo: la presidencia de Serbia y el Ejército federal. En esta nueva lógica, los Doce decidieron transformar el ultimátum de boicoteo económico aprobado el pasado 6 de octubre de una amenaza general a un castigo individualizado. Serbia sufriría todas las consecuencias del bloqueo del proceso de paz liderado por lord Carrington en la Conferencia de La Haya.

La declaración de los Doce muestra una vez más "la consternación comunitaria" por la continua violación del alto el fuego y reafirma la oposición de los Doce a cualquier cambio interno de fronteras. La CE planteará al Consejo de Seguridad de la ONU el eficaz cumplimiento del embargo de armas a las partes en conflicto.

Mientras el destino de Dubrovnik sigue en manos de los negociadores políticos y militares reunidos en Cavtat, miles de ciudadanos abandonaron la ciudad en barco y otros 60.000 esperan el desenlace de las negociaciones, informa Mirjana Tomic desde Belgrado. La respuesta de las autoridades de Zagreb al ultimátum del general Pavle Strugar no ha llegado. El general exigió la entrega de las armas de la Guardia Nacional croata y su retirada de Dubrovnik.

A cambio, la población de Dubrovnik tendría luz, agua y teléfono y no sería atacada. Su libertad de movimiento sería controlada por el Ejército hasta la solución de la crisis política. Es decir, aceptarían el Gobierno militar.

Zagreb rechazó el ultimátum, pero no ha dado la respuesta definitiva a las condiciones militares. Las autoridades de Dubrovnik no tienen la competencia para aceptarlas o rechazarlas.

Un grupo de 40 periodistas, 15 de ellos extranjeros, llegó ayer a Dubrovnik en un convoy organizado por el Ejército federal.

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